Fue la primera aplicación de vacuna Pfizer para niños y niñas de 5 a 11 años de edad en hospitales de la capital potosina, el cual se convirtió en un martirio el último día, debido a que los padres, estaban esperando salir de clases. Y a partir de las dos y media de la tarde se saturó el Hospital del Niño y la Mujer. Uno de los lugares donde se realizó la aplicación.
Una larga fila en pleno sol, fue el escenario de tantos padres interesados en proteger a sus hijos de este insoportable virus.
En marzo de 2020, nadie podía imaginar lo que nos esperaba, no sólo a los mexicanos sino a todos los residentes de la tierra, una enfermedad globalizada atacando tu persona, tu familia, tus amigos y hasta desconocidos. Enterarse, cuan cerca estaba de nosotros, fue atemorizante ya que se metió hasta la cocina; produciendo afectaciones en la salud física y mental; económica y social de todos los seres humanos.
El “Coronavirus” de tipo 2 fue anunciado el 11 de febrero de 2020 por el International Committee on Taxonomy of Viruses (ICTV), poniéndonos contra la pared y con las manos levantadas como si fuera un asalto contra nuestro cuerpo, contra todos los gobiernos del mundo y sus sistemas de salud: EEUU, ha caído en contradicciones porque insiste en culpar a otros y en México, no falta la oposición que replica y replica en echarle la culpa de todo tipo de crisis a una sola persona: al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, hemos sido bendecidos con vacunas gratuitas de alta calidad sin restricciones, ya que inteligentemente él buscó atenuar la reproducción de este virus mortal desde un sistema de salud organizado el cual afectaba más a los adultos mayores, y un modelo cognitivo en la educación, basado en las ciencias sociales, economía, política, comunicación, psicología, etcétera. Con la idea de restablecer el sentido social y las relaciones interpersonales con conciencia y sin prohibiciones.
Por un lado estamos siendo salvados de la muerte que produce este coronavirus y por otro, nos invaden los comunicadores con información como, la nueva enfermedad de la viruela del mono, intentando agredir nuestro diario vivir con la amenaza de volver a la nueva normalidad de “volver a casa”.
Valientes nuestros niños asistieron con padres, abuelos, tíos y vecinos a aplicarse la vacuna contra Covid 19 que se convirtió en un personaje histórico al cual combatir con agujas y sin chillar.