Sitio Plagado de bellezas naturales, míticos encuentros culturales y grandes proyectos, aquí se nos devela un majestuoso espectáculo de uno de los TELEFÉRICOS MÁS IMPRESIONANTES DEL PLANETA.
Es justo resaltar que el estado de Chihuahua es el más grande de la República Mexicana: Cubre 247,000 kilómetros cuadrados de territorio, y la Sierra Tarahumara ocupa 60,000 kilómetros cuadrados de este territorio, ¡Es enorme!.
Ubicado a 50 kilómetros de Creel, El Divisadero es uno de los puntos turísticos famosos de la sierra. Ahí se unen las Barrancas de Cobre, de Urique y Tararecua.
El lugar cuenta con los mejores hoteles de la sierra, que le permiten disfrutar de bellos paisajes, rodeado de confort.
Las Barrancas del Cobre son uno de los monumentos naturales más fantásticos del mundo. Para tener una idea de la magnitud del paisaje en esta parte de la Sierra Tarahumara, basta citar una expresión popular que a la letra dice: “Las Barrancas del Cobre son la que el Cañón del Colorado quiere ser cuando sea grande”. Este enorme sitio es motivo de orgullo para todos los mexicanos y para los chihuahuenses en particular. El sistema compuesto por 60,000 kilómetros cuadrados de montañas incluye barrancas tan profundas, que sus nombre se han vuelto legendarias: Del Cobre, Urique, Sinforosa, Batopilas, Candameña; todas ellas rebasan la profundidad del famoso Cañón del Colorado. Esto sin contar las caídas de agua y la incomparable fascinación que tiene el sordo murmullo de la naturaleza aprisionado por la sierra.
Aquí los bosques de coníferas son inmensos, junto con las formaciones rocosas, los arroyos, las cuevas y las cascadas. Desde las altas mesetas pareciera que se forma un horizonte interminable, el suelo se abre en gigantescos cañones que sin importar como se midan –si en anchura, longitud o profundidad- resultan impresionantes. Tales cañones, llamados aquí barrancas, constituyen en su mayor parte un solo sistema, puesto que los ríos que corren en sus partes más profundas terminan uniéndose para formar el río Fuerte de Sinaloa. Ahí están, en la parte más norteña, las barrancas de Candameña, Urique, del Cobre y el Septentrión; en la parte media la de Batopilas, y al sur la de Sinforosa. Por ser la del Cobre la más conocida por su fácil acceso desde Chihuahua o Sinaloa, su nombre se ha tomado en plural para designar a todo este formidable conjunto.
Por su majestuosidad e incipiente infraestructura la Sierra Tarahumara ofrece una gran oportunidad al inversionista que desee invertir en esta zona, que el estado segurá apostándole a la infraestructura que aumente las posibilidades de desarrollo turístico.
Para lograr lo anterior, se trabaja en el Plan Maestro Barrancas del Cobre, que en este año, inicia la construcción del Aeropuerto Regional de Creel, obra de infraestructura y de comunicación a gran escala que servirá para atraer grandes inversiones de la iniciativa privada para consolidar un destino turístico integral.
La inversión pública para la construcción del teleférico de 2,750 metros de longitud fue de 320 millones de pesos; éste desciende desde una plataforma de unos 400 metros de altura. La primera dificultad que se presentó para la construcción fue la accidentada topografía de los cañones. Expertos suizos y austriacos tardaron cerca de un año para determinar la ruta crítica y la factibilidad técnica para su construcción.
El teleférico cuenta con dos sistemas, el primero de nombre vaivén es una cabina que va en un sentido y simultáneamente otra cabina que va en sentido contrario. Son dos cabinas de sesenta pasajeros, tienen capacidad para mover a 510 personas por hora.
El potencial de esta área se complementa con un sistema de tirolesas con un recorrido de más de cuatro kilómetros que se cubren en aproximadamente dos hora y media, está también considerado de los más espectaculares del mundo dado que en su parte más profunda, tiene claros de más de 450 metros.
Otro atractivo de este proyecto es un restaurante panorámico donde se conjugan imaginación con diseño. Este restaurante de doble altura se encuentra prácticamente volado en el cañón, apoyado en una plataforma que ofrece un ángulo de visión más amplio de las Barrancas del Cobre.
El piso de cristal, iluminado por la noche, permite admirar el vacío, la profundidad de los acantilados. En este sitio se puede practicar el rappel o escalar en una vía ferrata a 80 metros de altura: dicha vía ferrata tiene anclados y cables para hacer de la escala una experiencia amigable para cualquier persona sin importar edad o condición física.
Para rubricar este magno proyecto se construyó una carretera que va a unir a los dos polos turísticos de mayor importancia turística en el estado de Chihuahua: La Cascada de Basaseachi y El Divisadero de las Barrancas del Cobre. Esta carretera le permite al visitante recorrer en sólo dos horas, las dos joyas de la Sierra Tarahumara.
En la periferia del área tarahumara, La Cascada de Basaseachi crea un anfiteatro natural de sorprendente hermosura donde las paredes de piedra alternan con tupidos bosques parecidos a los de Canadá. Son 246 metros de caída que inaguran otro de los grandes cañones chihuahuenses: La Barranca de Candameña y que termina cientos de kilómetros más adelante en el río Mayo de Sonora. Durante mucho tiempo se pensó que esta extraordinaria cascada era la más alta del país pero en 1995 se comprobó que a escasos ocho kilómetros de ahí sobre otra pared de la misma barranca se forma otra cascada del doble de alto (453 mts.) llamada cascada de Piedra Bolada, ésta se localiza en un rumbo más recóndito y para acercarse a verla es preciso contratar un guía. Frente a ella está el Monolito de la Peña Gigante que por sus paredes verticales de casi un kilómetro de altura se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los amantes del rappel en los últimos años.
El Parque de Aventura Barrancas del Cobre ha llevado la infraestructura turística de Chihuahua al siguiente nivel. Se trabaja para que siga creciendo y hasta ahora, las amenidades con que se cuenta, nos permite atender al visitante con las exigencias del viajero más experimentado.