Soriana lo niega y Peña Nieto también.

· Toda una parodia fueron la elecciones del 2012.

· Se armo el teatro retomando las buenas épocas del pasado.

Los protagonistas mejor pagados, Peña Nieto y su Gaviota acompañados de un elenco de primera, La Señora Beatriz Paredes quien en un acto de honestidad reconoce que las votaciones no le favorecen, En un segundo acto entra a escena la Señora Josefina Vázquez Mota declarando lo mismo. Que raro!!! la lógica era: Menos votos para el PRI y más para el PAN ¿no lo creen así? y en el tercer acto, sale a cuadro Gabriel Cuadri, el anti político y al que le gusta la grilla y los huesitos. Este último exhortando a que Lópes Obrador hiciera lo mismo.

¡Un maravilloso segundo lugar!

“El comodín”, parecía como cuando se elige a la reina de belleza.

Acéptalo, le decía Cuadri a través de las pantallas y los locutores repetían, una y otra vez, haciendo énfasis de que subió de un tercero, a un segundo lugar, como si fuera lo último a lo que podía aspirar.

Y como en antaño, el secretario de Gobernación es quien preside nuevamente el órgano electoral.

Entra a escena el narrador, cosejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) dando los avances de un conteo rápido llevado a cabo por una empresa particular, como si fueran los datos del organismo que preside.

La Ley dice como “norma electoral”, que en el órgano electoral (IFE) en este caso, debe dar a conocer el resultado final de la contienda.

Entonces ¿Cuál es la prisa del presidente y los demás actores?.

Porqué seguir subestimando a los mexicanos, porqué creer que todavía pueden armar su teatro y salir favorecidos sin que nadie les reclame.

Obrador nuca entró a escena y la obra de  teatro se terminó.

Una vez más el dedazo se evidencía.

Todavía recuerdo que aunque en su momento Vicente Fox ganó democráticamente la presidencia, a unos días de haberse llevado su cabo su primer debate. El presidente Sedillo fue al estado de Tabasco a inagurar una obra que no estaba terminada y dijo ante los medios de comunicación al gobernador y constructores. “Esta obra debe ser acabada antes que termine mi mandato o ¿Queé esperan? ¿Que la venga a inagurar Fox? “. Desde ese momento supe que el PRI entregaría al PAN la banda presidencial, se votara por quien se votara. ¿Porqué no decir? “el próximo presidente o Labastida” que era de su partido.

Esta obra teatral que escribió la historia, toma su fin cuando el protagonista, actor principal es reconocido por nuestro actual presidente Felipe Calderón y el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama como el que sigue, cuando sólo se había contado el 5% de las actas de escrutinio.

¡Bienvenidos a la realidad actores!

Sabemos que siempre buscarán el mejor papel sea cual sea su nueva personalidad, pero cada obra vive de la eventualidad y de la gente que la ve, en este caso, ya no hay público que quiera verla.

Hoy, hoy, sí hoy es otra realidad, en el que los medios de comunicación llagaron a todos. Cada quien tiene un celular con cámara y video y salen a la luz  todas las irregularidades, tan claras y contundentes.

Telemundo entrevistó a Peña Nieto y antes de terminar el entrevistador su pregunta, él se desbocaba contestando y así, una tras otra. Su cara desencajada. Ya no más mentiras por favor.

“La de las tiendas Soriana es la punta del iceberg. Miles de votantes fueron embaucados con una tarjeta de estas tiendas para comprar mercancía a costa de proporcionar el folio de su credencial de elector a un “operador priísta” y votar por Enrique Peña Nieto”. (Fuente: Zacatecas @ linea).

Todo un negocio que destruye la democracia.

Todo un templete lleno de participantes en pro de la devastación.

La vida democrática o lo que quedaba de ella, ha sido aniquilada en aras de unos cuantos actores llenos de ambición.

Un presidente de la República contagiado del ansia, entrega antes de tiempo y fuera de la legalidad  la banda al PRI declarando victorioso al virtual ganador.

Y aún en esta muerte que asedia la codicia prematura. los mexicanos sabemos reir y no porque tengamos amnecia de nuestra historia, sino porque no nos amedrenta el llanto.

¡Cómo me dueles México!