Para: Periódico el Heraldo de San Luis.
Publicado: Domingo 22-04-2012 / Sección “Gente” De Orquídea Cruz Coria
Es la experiencia más elevada y más completa que Dios efectuao Es tomar a Dios como nuestra habitación, como nuestra morada.
El hombre tiene la necesidad de morar en Dios durante cada minuto de su vida porque fuera de Él, sólo encuentra aflicciones.
Es maravilloso morar bajo sus alas habitando en el lugar secreto donde Dios y nuestro ser forman una unidad genuina.
El mora en nosotros dentro de nuestro corazón y nosotros moramos en Él en su espíritu, viviendo juntos como una sola entidad. Esta es una experiencia antigua de Moises quien tomaba a Dios como su morada y el Señor Jesús quien toma a Dios como su habitación.
Moisés dio la ley, y Cristo es quien da la gracia tomando a Dios como Su todo, identificándose entre sí como una sola entidad, es vivir en la realidad de la incorporación del Dios Triuno.Esto es la vida Divina mezclada con la vida humana
Aplicar esto en nuestra vída como una experiencia real.
Si queremos esta comunión y este suministro, debemos recoger el maná (el cual tipifica a Cristo como el suministro diario de vida), antes del amanecer. Cuando el sol se calienta el maná se derrite y desaparece. Si queremos recibir este nutrimento y la edificación espiritual, debemos levantarnos temprano, de lo contrario el maná se habrá ido.
Sólo el Señor puede dar vida, escudriñando la palabra y tocar al Señor, mientras nuestros ojos leen las palabras, abren nuestro espíritu al señor y entonces nuestra mente las comprende y automáticamente el Señor nos proporciona vida en nuestro espíritu.
Esta es la manera de ejercitar nuestro espíritu.
Debe quedar claro, que la expresión humana ordinaria no es la adecuada para transmitir lo espiritual, tan pronto nos apartamos de la norma que establecen las palabras que enseña el Espíritu y recurrimos a las palabras enseñadas por la sabiduría humana, perdemos la capacidad de comunicar las cosas espirituales.
En lugar de bajar el nivel de la norma espiritual, buscamos que otros escalen a ella.
Habiendo recibido la visión de la economía de Dios debemos mantener la norma de dicha visión .
Sencillamente no podemos comunicar los asuntos espirituales por medio de la filosofía griega, la ética china o las palabras comunes de la cultura estadounidense.
Si Dios es Espíritu, los aspectos espirituales se comunican usando palabras espirituales. Aprender a hablar para adquirir un vocabulario divino adecuado mediante la experiencia de Cristo.
Describir este Espíritu maravilloso que recibimos para mezclarse con nuestro espíritu humano, es una experiencia de vida el cual disfrutamos como expresión divino humana. Esta es una educación, adecuada, sólida y básica en la Economía neotestamentaria, tiempo en el que estamos viviendo.
La degradación de la iglesia, se debe primeramente a que casi todos los obreros cristianos se distraen en el camino porque no tienen como meta la Nueva Jerusalén. durante esta degradación, ser un vencedor responde al llamado del Señor de vencer no sólo lo negativo sino también, lo positivo.
La Meta del que vence debe ser única y exclusivamente la meta de la economía de Dios. La Nueva Jerusalén.
El Cristo encarnado tenía dos condiciones, El era el hijo del hombre y el Hijo de Dios pues tenía la vida humana y la vida divina, y aunque vivía en la vida humana, no vivía por ella. ¡Gran revelación!. Dijo que no hizo nada por Si mismo, sino que el padre era la fuente de todo lo que hacía. El no hizo nada en su vida natural sino que lo hizo todo en si vida divina en resurrección.
Por lo tanto Cristo introdujo el Dios infinito en el hombre finito, unió y mezcló al Dios Triuno con el hombre tripartito, y expresó en su humanidad al Dios generoso en sus ricos atributos mediante sus virtudes aromáticas. Finalmente, fue a la cruz para efectuar la redención jurídica que todo lo incluye, poniendo el cimiento para la salvación orgánica.
Un Cristo inescrutable.