Para: Periódico el Heraldo de San Luis / Publicado: 04-03-2012 de Orquídea Cruz Coria
Y el efecto de la justicia será la paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre, habiendo sido ganados hacia el espíritu de Dios. El Espíritu mismo da testimonio de nuestro espíritu.
…Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
Esta es la vida de iglesia donde disfrutamos como gracia al Cristo inmutable y le seguimos fuera de la religión.
El descanso no se haya en algo religioso, más bien, la religión pone cargas sobre nosotros. Cristo es nuestro verdadero descanso; “Su yugo es fácil y su carga ligera”. Toda ley produce exigencias.
La vida es el Dios impartido en sus creyentes y su propósito es edificar la casa de Dios. Esta vida es agradable y fácil de llevar. Su palabra es sencilla, no se parece en nada a los dichos de los filósofos que después de comprenderlos, no se obtiene un contenido profundo, quizás conocimiento en cuanto a pensamientos: “Yo sólo se que no se nada”, pero nunca producirán la Vida.
“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”. Juan 1:1 nos muestra el principio básico de la vida, la cual es el Dios triuno que consiste en cambiar la muerte en vida representada por el árbol de la vida.
El Hijo unigénito del Padre dio a conocer a Dios por medio del Verbo, la vida, la luz, la gracia y la realidad. El Verbo es Dios expresado, la vida es Dios impartido, la luz es el resplandor de Dios; la gracia es Dios disfrutado, y la realidad es Dios hecho real, es decir, asido.
Dios se da a conocer plenamente en el hijo por medio de estos cinco aspectos. El Verbo (Cristo) es quien define, explica y expresa la persona misma de Dios.
Por medio de la ley ningun hombre puede participar de Dios, pero la gracia capacita al hombre para que le disfrute como vida, haciendose real en él.
Dios necesita que el hombre recobre la tierra.
Su intención, cuando comenzó ésta, fue que el hombre exprese a Dios en su imagen y represente a Dios con su dominio, pero esto no se cumplió en Adán: El 1er. hombre, el viejo hombre el de la vieja creación sino en Cristo: El 2o. hombre, el nuevo hombre, el de la nueva creación; lo cual comprende a Cristo como la cabeza y a la iglesia como Su cuerpo. Un sólo y nuevo hombre corporativo.
El reino es una esfera en la que Dios ejerce su autoridad a fin de expresar su gloria. Esto es recobrar la tierra para Sí. Cristo vino a traer el gobierno celestial a la tierra con el fin de ser recobrada para los intereses de Dios y que su voluntad fuese hecha en “la tierra como en el cielo”.
Cristo establecerá su reino universal con las naciones como su herencia, y los confines de la tierra como su posesión. Él gobernará a las naciones con vara de hierro.
Ap. 11:15 “El reinado sobre el mundo ha pasado a nuestro Señor y a Su Cristo, y Él reinará por los siglos de los siglos”. Esta será la destrucción de los que destruyen la tierra y galardón a los que temen el nombre de Dios.
Será la conclusión de esta era, donde el misterio de Dios será consumado. Y comenzará la era del reino, del milenio, del cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad.
Esta es la palabra de fe que predicamos. Una esperanza de Vida durante la vida porque el vivir es Cristo y el morir, es ganancia.
Siete son los problemas que el hombre no puede solucionar por su naturaleza humana independiente:
-El Medio Ambiente.
-Los Territorios por su división política.
-Las Razas.
-La Política.
-Las Finanzas.
-La Justicia Social.
-La Violencia y el Crimen.
Sino hasta que venga el reino de Dios y su justicia y la Iglesia (representada por Cristo y sus miembros, quienes viven un anticipo de este reino, un presabor), sea la Iglesia Verdadera la responsable de traerlo. Ni a tiempo ni a destiempo sino hasta que se cumplan los tiempos.