Niña crece sin Dios, sin amor y sin defensa.
Hoy pude escuchar tras bambalinas y no de un teatro, ni de un escenario, donde los actores desarrollan una trama; más bien, la viva realidad de una familia correspondiente al pueblo mexicano que no tuvo la suerte de crecer con educación. Tal vez sea potosina, no lo se.
Antes de contar mi impotencia como experiencia, quiero decir que tuve la oportunidad de estar dentro del tabernáculo de reunión dando la preeminencia al Señor Jesús por ser el primer día de la semana,
¿Cómo es el tabernáculo?
Una carpa al aire libre donde se alaba a Dios, se ora y se comparte Su palabra, en el que especialmente “ese día”, el viento irrumpía con mucha fuerza, recordando sobre esa tormenta escrita en Lucas 8:22 al 25 en la que Jesús y algunos apóstoles suben a una barca sobre un lago en el que se desencadenó una tempestad, el Señor Jesús dormía y sus discípulos temían que se hundiera.
El viento levantaba la tierra en remolino, directo a mis ojos, por lo que mejor los cerraba, logrando sentir como el polvo se esparcía en mi cara
Escuchaba el hablar, el cual trató de cuánto somos capaces de dar, muchos solo damos lo que nos sobra y otros ni eso… y no se refería en cuanto a lo material sino a los atributos divinos expresados en nuestras virtudes humanas: El amor, la paciencia, la templanza, la sabiduría, el tiempo, la paz. Leímos Marcos 12:41 al 44 Donde Jesús veía frente al erario, cómo muchos ricos daban mucho, y una viuda pobre, dio todo su sustento.
Es aquí donde se percibe el lugar donde está posicionado nuestro corazón,
“El corazón es engañoso y perverso”.
Jeremías 17: 9 y 10 Engañoso es el corazón mas que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá?
Yo Jehová quien escudriño las partes internas y pruebo el corazón, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.
Al terminar ésta prédica fue cuando de oídas conozco a Wendy, una niña que por su poco hablar y sí su llorar, le calculé alrededor de entre 4 a 6 años. Wendy es una pequeña que no recibe amor por parte de sus familiares. Al parecer iba a cargo de su abuela, quien en algún momento dijo verla como su hija, y las dos se acompañan para visitar a un muchacho joven pero mayor de edad que está preso, hijo de la abuela de Wendy, tío de ella y hermano de su mamá.
Toda mi paz adquirida en la reunión y disfrute de Dios se transformó en impotencia, cuando a mis espaldas, escuché a ese jóven quejarse con su mamá a quien le decía:
_Con gusto ya hubiera detonado siete balas a diferentes personas en este lugar_.
Su madre le respondía a él con un lenguaje soez, sumamente grotezco ( y no precisamente con una actitud de corrección).
Mi espíritu se puso atento he hizo que de inmediato irguiera mi cabeza para orar al Cristo Todo Inclusivo ya que me estaba siendo muy molesta la situación de escuchar lo que indirectamente se hacía audible a mis oídos.
La niña Wendy estaba siendo amonestada en un principio por su tío por no comer, quien como un hermano celoso la molestaba e insistía en que su mamá la regañara e interviniera, aparentemente interesado por que comiera, convirtiendo su intención en verdadero bulling.
No hay persona en el mundo que cuando debe comer y le hablan con palabras lastimosas, coma. Wendy terminó siendo abusada por su abuela al descargar su mano y boca contra ella.
¿Cómo defenderla sin perjudicar a la persona a quien yo estaba visitando y parar ese abuso verbal y físico?
Hay veces que damos todo lo que tenemos, otras damos lo que nos sobra pero otras, simplemente aunque lo deseemos no podemos dar nada.
Desde que nos levantamos, a nuestra mente se le imponen pensamientos negativos, son alrededor de cincuenta mil, incluso aparecen cuando dormimos.
En la historia del hombre hay filósofos como Neuburg que legaron un pensamiento durante su época: “Pienso luego existo”, tiempo en el que reinó la razón pura. Luego durante el Romanticismo, se puso en primer lugar el sentimiento donde se estudió la angustia y la desesperación con Kierkegaard, donde la consigna era el “Siento, luego existo”. Más adelante a principios del S. XX Pavlov, estudia de manera experimental, las reacciones psicofísicas haciendo un paradigma con “Actúo, luego soy”, donde Sigmund Freud descubre el inconsciente, y reinan los instintos: tendencias profundas, pulsiones agresivas y una multitud, informe de fuerzas que son las que determinan el comportamiento del ser humano en general.
Sin embargo, mucho tiempo antes en la Biblia, alrededor de 1015 a. C. Salomón ya había dicho que el hombre es el resultado de su pensamiento, asumiendo una filosofía racionalista o cognitivista, pero también dijo: “Instruye al niño respecto al camino en que debe andar, y ni aún de viejo se apartará de él” (Proverbios 22:6), dándole más importancia a la educación o la formación de un comportamiento recto, adoptando un enfoque empirista o conductista que marca los principios según los cuales el hombre puede llevar una vida humana apropiada al mostrar entre el _hacer justicia en sabiduría o hacer maldad en necedad_.
Según Mario Pereira Doctor en Psicología, http://www.contestandotupregunta.org/Buenos_Pensamientos.ht… dice que Salomón, parece darle la razón al psicoanálisis de que la persona está determinada por sus punciones hostiles y de vida. Lo cierto es que los pensamientos son las “raíces de la conducta” pero también son las emociones, las actitudes, la imaginación, la memoria, ciertas reacciones psicosomáticas y muchas fuerzas más, de las que no somos conscientes. Susi Reich da una frase muy repetida: “He aprendido que cada pensamiento se transforma en acción, sembrando varias acciones cosechamos hábitos, sembrando varios hábitos cosechamos carácter y el que siembra un carácter recoge un destino”. Es una declaración parcialmente cierta, ya que no todos los pensamientos se transforman en comportamientos, ni todos los comportamientos son pensados (a veces se actúa irreflexivamente, bajo impulsos). Tampoco es exacto que el carácter sea resultado sólo de los hábitos, ya que intervienen muchos otros componentes, internos y externos, como las emociones, la educación, las influencias del medio, la familia, las circunstancias imprevistas de la vida y vaya a saber cuántas cosas más.
“Hay más cosas en el cielo y la tierra de las que tu filosofía piensa”, le dice Shakespeare a Hamlet.
A lo largo de este escrito he mencionado tres palabras clave: Amor, familia y educación.
Cuando tenemos algo que dar como atributo divino siendo el amor el más elevado, sin duda todo es más perfecto. Entonces el ser humano, en automático es cautivado, inspirado y su corazón es fortalecido como una ley de vida para desarrollar un buen carácter. Si este amor es acompañado por una familia que convive y tiene un proyecto de vida en común que se fortalece con la educación, se purifican las intenciones que son sin duda positivas. Sin embargo, podemos encontrar un amor consanguíneo muy deficiente que enlaza a una familia, pero sin un proyecto común y sin educación. Este es el ejemplo de Wendy, una niña que por azares del destino es “cuidada” por la abuela materna, y comienza a vivir el abuso perverso… ese que se da escondido, detrás de una aparente corrección por no comer, a base de palabras burdas, duras y descalificantes. Obvio, Wendy al principio se quejaba como niña que es y no accedía, pero el tío abusivamente insitaba a que su mamá terminara golpeándola… él insistía en que debía usar mejor una vara de mezquite para educarla. “Tempestad y Temor” como consecuencia.
¿Cómo las personas podemos ser tan perversas al estar en una condición tan baja?
Personas con la autoridad de juzgar a una pequeña sin ver la viga de nuestro ojo como el temor a Dios que les limite sus malas acciones.
Ser abusado siendo pequeño, sean niño o niña, es algo que no sana fácilmente porque, aunque se llevara un acompañamiento sigue estando presente la misma familia ignorante por consanguinidad, misma que no tiene nada que ofrecer más que un valor negativo.
¿Cómo ayudar, cómo corregir tantos traumas que se fomentan en la niñez y que no les permite que vivan una vida plena en sus años subsecuentes en la que prevalezca ante todo la armonía?
Pido piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser recompensado como un principio de vida digna.
Siento no haber podido rescatar a una niña de la ignorancia, de la amargura, de las circunstancias y de una familia sin Dios.
A WENDY:
Me duele en el alma, y pido a Dios en Cristo, te dé una oportunidad de vida en algún momento de tu existencia y puedas sanar de la violencia que como tú, muchos niños son víctimas de la amargura y mente perversa de sus padres y familiares… Perdóname por no haber podido entrometerme y haberte librado de la ira de tu familia, que sin duda, si lo hubiera tan solo intentado, se hubieran ido contra tí en lo privado.
Dios, los niños del mundo te necesitan como el Dios justo que eres… líbralos del maligno… guárdalos y abrázalos.
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