Mujer: ¡Descúbrete! Parte II

 

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Por Ghisselle Ávila Salazar y Fotografía.

 

Lo prometido es deuda, y el pasado jueves 29 de octubre acudimos a la tercera sesión del taller para mujeres organizado por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Mujer: Descúbrete a través de los derechos humanos, el cual una vez más, estuvo lleno de agradables sorpresas.

Primero, contamos con la presencia permanente de la directora encargada del departamento de equidad, Celia García Valdivieso, quien nos dio la bienvenida y que además presentó a la facilitadora, encargada de exponer el tema del día “Nuestro derecho a vivir con bienestar en nuestra vida cotidiana”, la estilista y colorometrista Eleonor Nieto Santana, quien participó en la segunda generación del programa del Descúbrete, y que ahora se encargó de explicar el tema a las presentes.

La audiencia de esta ocasión estuvo conformada por toda clase de mujeres: jóvenes, solteras, mujeres mayores, policías, amas de casa y hasta comerciantes, que al inicio de la sesión, manifestaron sus diversas opiniones respecto a cómo han sentido que el curso ha cambiado la forma de verse a sí mismas. Y fue así, que mientras algunas manifestaron con confianza que no entendían muchas cosas debido a la fuerte influencia cultural con la que crecieron, otras manifestaron que el cambio en su modo de pensar, había terminado por cambiar todo y a todos los que la rodeaban. Eso sí, después de unas cuantas sesiones, ninguna declaró haber permanecido indiferente.

Después de esta ligera plática, comenzó la exposición del tema principal, en el que lo más importante, fue la invitación a que todas tomáramos conciencia de que las mujeres dejamos mucho de lado nuestro propio bienestar y comodidad en la vida cotidiana, para cumplir con todas las actividades domésticas que creemos que son nuestra “responsabilidad”, esto debido a la gran carga que la sociedad ha impuesto sobre nuestros hombros.

Es de esta manera, que en la mayoría de las relaciones se olvida que el matrimonio se trata de una colaboración y de un apoyo mutuo para desenvolverse igualitariamente tanto en aspectos domésticos como profesionales, ya que a pesar de que se da el caso de que ambos trabajen jornadas similares, casi siempre es la mujer la que se termina ocupando de la mayoría de las actividades hogareñas.

Sin embargo, para lograr un cambio en nuestras vidas y alcanzar el tan ansiado bienestar y equilibrio, es necesario afrontar nuestros miedos, encarar nuestras debilidades y fortalecernos internamente para así ser capaces de “movernos de lugar”, para que todo pueda moverse junto con nosotras, incluyendo nuestra pareja e hijos, ya que muchas veces la mujer se encuentra ausente de su propia vida al descuidarse a sí misma para atender las necesidades de otros.

Finalmente, el último punto a tratar fue el tema de las relaciones, donde se hizo especial énfasis en que para tener una relación sana es necesario que ambos componentes pongan de su parte para que se pueda construir un ambiente de tranquilidad y paz, en el que tanto hombres como mujeres (o mujeres y mujeres, hombres y hombres) puedan sentir que la relación los hace ser personas maduras, que les produce placer estar juntas y que ambos pueden avanzar hacia sus ideales con el apoyo del otro.

Claro que, tampoco es una obligación el tener que estar con una pareja para ser plenas, y aunque la sociedad lo juzgue, es muy importante que encontremos lo que nos hace felices y también entender que tener una pareja es una decisión, no una obligación.

Seguiremos dando seguimiento a este importante evento, que también se ha vuelto una parte importante de nosotras.

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