Monjas terroristas ¡No!

Andrea Saldaña.

• Durante la visita a algunos países de América Latina, se destaca esta frase en un mensaje que emitió el Papa en Lima Perú. En su discurso a los nativos, en el “Coliseo de Madre de Dios”, donde algunos asistieron con sus trajes típicos multicolores y plumas en la cabeza, el Papa, pidió combatir la trata de personas, la mano de “obra esclava” y el abuso sexual, contra mujeres y adolescentes.
• Pero además, en un encuentro con monjas, en el centro de Lima, Perú, el sumo pontífice comentó que las monjas que esparcen chismes, son como terroristas. Tiran una bomba sin importarles el daño que causan, les dijo. Por ello les pidió abstenerse de esa práctica que causa un daño, peor que lo de Ayacucho hace años. Seguramente muchas personas desconocen que Ayacucho, Perú, fue cuna de la guerrilla maoísta de “Sendero Luminoso”. Los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Perú, dejaron al menos 69 mil muertos y desaparecidos.
• Muchos consideramos desproporcionada esta comparación, cuando menos poco afortunada, sin perder de vista que este mensaje fue entre broma y serio. Habría que reconocer que se han publicado en Perú y varios de los países de América Latina, hechos y rumores en relación con las monjas de diversas congregaciones. Son asuntos que se visualizan como abuso de poder, manipulación de conciencias, irregularidades económicas, conductas impropias y hasta escándalos sexuales. Nada que no se haya presentado en muchos otros países de los diversos continentes, en todas las épocas y en todas las categorías de la jerarquía católica.
• Tampoco podemos olvidar, que varios medios han esparcido algunos rumores, pero también han visibilizado hechos y denuncias. Hubo mujeres, bien sean profesoras, novicias o monjas que se retiraron para no seguir siendo víctimas o testigos de dichas conductas. Parece ser  que el  mayor daño causado a la Iglesia, es la deserción y la disminución de vocaciones entre las mujeres, para ingresar como monjas a las congregaciones. Aunque algunas/os integrantes de la jerarquía católica explican la salida de novicias y monjas  como una rebeldía, o el arrebato de alguien que simplemente, no tenía vocación.
• Desconozco el protocolo de manejo de los casos, pero es claro que los chismes no resuelven conductas inapropiadas. Se requiere la denuncia. Algunas monjas la han interpuesto  directamente ante el Vaticano. De esta manera, se tomarán cartas en el asunto de que se trate. En especial, porque las historias circularán en los medios, en las redes. La diferencia será que queden en rumores o formales aclaraciones que el Vaticano proporcione, luego de una minuciosa investigación.
• Algunas historiadoras/es tienen varias publicaciones en las que aseguran que, en torno a los colegios y conventos de monjas, surgieron leyendas y mitos. Nuria Salazar Simarro, investigadora de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en México rechaza esta percepción de la sociedad. Al hablar sobre Vida cotidiana en los conventos de monjas, en el Museo del Virreinato,  aclara que “son simplemente eso: mitos; mentiras, que si uno quiere ver un negro panorama, lo puede hacer“.  Desafortunadamente,  son la principal “fuente de inspiración” de algunos. (cimac)
• Salazar cita parte del estudio que realizó sobre la orden religiosa de las monjas Concepcionistas o de la Inmaculada Concepción. La primera fundada en América en 1540. Dice que de 600 religiosas enclaustradas por años, en el convento de Jesús María, San Luis Potosí, México; se detectó un caso de una religiosa que se “enredó” en amores con un agustino y a quien “veía desde la azotea“, pero que en su momento provocó un “escándalo”. Incluso esta historia la convirtió en novela Antonio Rubial a la que llamó, “Los libros del deseo“. El problema agregó- es que cuando se da a conocer se toma como regla y no como excepción. De ahí que el escándalo “siempre provoca la fijación de la información, en la mente“.
• El poema del “Seminarista de los ojos negros“, de Miguel Ramos Carrión,  la novela  ” El Crimen del Padre Amaro“, de Eca de Queirós, mi  relato “...se apoyó en sus creencias”   y muchos otros textos literarios confirman que el tema, es  “fuente de inspiración” de algunos escritores/as, aunque, tal vez, no se puede asegurar cuanto hay de mito y cuanto de verdad.

Ex Hacienda Jesús María en Villa de Reyes, San Luis Potosí, México