Por: José Martín
(Éste fue el único mensaje que mandó a mi inbox Miguel Suarez, el acompañante de Malcolm El-Shabazz, nieto de Malcolm X, el día que murió en la Cd. de México. Ignoro porque Miguel no ha escrito más, pero supongo y tal como lo dice en su mensaje, el no tiene esa posibilidad ahora, pero quien sabe que estará pasando con él. La intención es dar a conocer en el tiempo y forma solicitados por el propio Miguel, sus propias palabras sobre lo que pasó aquel fatídico 9 de mayo de 2013.)
*El mensaje original está en inglés y lo he posteado ya en el muro de Rumec San José*
“Rumec San José:
(Lunes 13 de mayo de 2013 – 19:51 hrs vía Inbox en Facebook)
José Martin, soy Miguel y te quiero dar las gracias por defenderme contra los comentarios ignorantes que han circulado en Facebook. Sé que si yo hubiese sido el que falleció, la gente no se hubiera dado ni cuenta, excepto mi familia y los compañeros de mi movimiento; creo que te mereces una explicación para que puedas ayudarme a luchar contra la ronda de agresiones hacia nuestra comunidad hispana.
¿Leíste el artículo en el SF Bayview Newspaper acerca de mi deportación?
Bien pues ahora yo te diré cómo empezó todo esto: El 18 de abril pasado fui deportado hacia México después de estar 13 años viviendo en los Estados Unidos. La administración de Obama es la que más ha deportado mexicanos en toda la historia de E.E.U.U.
Malcolm y yo nos habíamos ya conocido en julio de 2010 en Oakland en el “Black Dot Café” cuando recién él había salido de la prisión; J-R estuvo ahí también en la reunión de la cual yo me enteré por el mismo; yo le dije a Malcolm cuanto admiraba a su abuelo y que había leído su biografía en español cuando estaba yo en México, también le comenté acerca de Gaspar Yanga y le platiqué que yo era de Veracruz, el estado con mayor población negra en México.
Tuvimos un par de reuniones más, después él averiguó que yo trabajé en la construcción de un orfanato en Afganistán junto con el rapero Immortal Teqcnique (Felipe Coronel) y empezamos los planes de construcción de una mezquita en Oakland usando el movimiento laboral de la construcción que yo lidero en San José, California (R.U.M.E.C.); por más de 3 años Malcolm y yo nos estuvimos mandando mensajes de texto para decirnos “hola” y echando también un vistazo a los planos de la mezquita.
Yo le llamaba para ver cómo le estaba yendo con sus inversionistas indo-paquistaníes; nuestra relación creció después de solo hacer negocios debido a la necesidad de Malcolm de enfrentarse a menudo con los policías o con la gente ignorante que lo entrampaba, por lo que me reunía con él cada vez que necesitaba que lo ayudara con mi asistencia, yo estaba ahí, le enviaba dinero o buscaba recursos en la industria de la construcción para él y la comunidad islámica de California.
Él realmente nos apreciaba y a menudo venía a California, siempre nos visitaba donde fuera, nos relajábamos, salíamos con chicas, fuimos al concierto de M.S.B., hacíamos reuniones en nuestro edificio y siempre estábamos hablando acerca de unificar a las comunidades negra y latina, a través del Islam y el trabajo de la construcción.
Dos semanas antes de mi deportación, Malcolm me pidió un par de cientos de dólares para una fundación que él estaba organizando en Chicago, y yo no lo pensé mucho para dárselos; él decía lo mucho que nos quería y que nunca había visto antes esa manera que tenemos los mexicanos de amar con todo el corazón, y que él admiraba nuestra unión y me invitaba siempre a Nueva York pero yo nunca lo hice debido a mi estatus migratorio; Malcolm se sentía muy mal por la forma en que se trataba a los mexicanos en Nueva York y me decía que yo debería ir allá a predicarles y darles a conocer mi movimiento; yo siempre le decía que lo iba a hacer pues pronto yo podría volar sin ser deportado.
La deportación fue siempre uno de los temas que discutimos, respecto al cual estaba de acuerdo conmigo así como yo estaba de acuerdo con él sobre la ignorancia que muchos afroamericanos tienen sobre sus raíces y lo mucho que se matan unos a los otros.
El 18 de abril pasado después de que pasé por la corte de tráfico de seguridad nacional me deportan a causa de mi movimiento y por la cantidad de poder y prestigio que estábamos adquiriendo; me dicen que si peleaba legalmente mi caso entonces iría a la cárcel y sería enviado a Arizona a “los campos con uniformes de color rosa”, así que decidí aceptar mi deportación.
Cuando Malcolm leyó el artículo en el periódico llamó a mi gente y lo confirmó, él textea en su cuenta de facebook: “¿cómo #$% es posible?, ¡Miguel ha sido deportado!” y luego le dijo a mi hermano: “me voy a México”, a punto de que mi madre y mi novia iban a salir de San José, él llama a mi hermano y le dice que lo recojan en la casa de sus niñas, cosa que se hizo; asimismo Malcolm les pidió que no dijeran nada acerca de que él venía a México, porque quería darme una sorpresa. Yo estaba en Tijuana tras dos largas semanas lejos de mi hija y del movimiento, la familia, los amigos, lo más valioso que tengo, cuando me sorprende en Tijuana, yo estaba muy feliz y le agradecí por el apoyo y la visita, él me dice: “Bro, cuando yo me enteré lo que te hicieron por culpa de tu éxito, me vine y dejé todo”; yo pensaba que sólo quería verme y regresarse, pero él tenía un plan: ir a las pirámides de los aztecas, visitar las cabezas olmecas e ir a Yanga en Veracruz, el primer pueblo libre de la esclavitud en América; él me preguntó si me iba con él y me dijo que no iba a dejar de estar a mi lado hasta que volviésemos a Los Ángeles.
Nuestro plan se consolidó después de recibir dinero de su gente y de mi gente; después de ver los olmecas él quería ir para Cuba, hablar con Assata Shakur y con Fidel y conseguir un poco para la fundación por parte de él. Yo estuve de acuerdo y luego planeábamos ir a Francia y obtener más fondos para nuestra mezquita. Entonces celebramos porque era un plan bonito e íbamos a unificar a un montón de gente especialmente a los negros y a los latinos, él empezó a escribir un artículo, y yo también.
Tomamos un autobús desde Tijuana a la ciudad de México, tardando tres días llegar; le dije que yo no estaba familiarizado con la ciudad porque yo nunca había estado allí, que yo era de un pueblo pequeño y pobre en el sur, entonces él me dijo que buscáramos una zona segura y un agradable hotel, un taxi nos llevó a través de la ciudad y tomamos una habitación, luego fuimos a refrescarnos a un par de restaurantes-bares, comimos en las calles, usamos el Internet y cambiamos en efectivo los cheques de Western Union, estábamos contentos, un poco quebrados de dinero, pero contentos.
El papá de mi amigo Juan y su hija Carolina llegaron a México un día después de que llegamos de Tijuana y querían ir a las pirámides también, como estábamos hambrientos entonces Malcolm propuso comer con ellos. Yo los llamo y me dijeron que estarían en Garibaldi y nos pusimos de acuerdo para cenar allí. Malcolm estaba feliz de ver al papá y a la hermana de Juanito de nuevo, ahora en México. Garibaldi es un lugar turístico y familiar, llegamos en un taxi y nos encontramos con ellos un restaurante al aire libre. Carolina, la hermana de Juan mi amigo, y yo, tenemos una amiga común en San José de nombre Alicia, quien tiene una hija de 6 años.
Cenamos y dos horas después nos separamos. Yo quería ir al hotel porque era agradable y había allá una chica que Malcolm y yo conocimos y que nos gustaba a ambos, por lo que él siempre me decía en broma que estábamos en competición por ella. De camino hacia el taxi se aproximaron dos hermosas chicas a nosotros y nos preguntaron en inglés que si éramos turistas y nos recomendaron ir a un club que estaba justo enfrente de donde habíamos comido. Entonces Malcolm me sonrió y dijo: “vamos”. Este lugar tenía unos agradables sofás, un disc jockey y gente común, muchos taxis y en frente del lugar había mariachis, gente paseando, por que los dos nos sentimos seguros. Después de bailar durante dos horas, de haber bebido seis cervezas cada uno, (fueron en total veinticuatro incluyendo las de las muchachas), y pidiendo canciones de Túpac, estábamos listos para salir y pagar las 24 cervezas por lo que yo fui a la caja para pedir la cuenta.
Entonces, todo cambió drásticamente, aquellos idiotas cargaron $11,800 pesos por 24 cervezas, un par de canciones y ahora ellos estaban incluyendo la “compañía” de las chicas. Yo estaba enojado, les pregunté qué clase de extorsión era esa, les dije que no les pagaría esa cantidad. Entonces un tipo apuntó una pistola a mi cabeza y me rodeó con su brazo y dijo: “o pagas o te mueres”, él me llevó a un pequeño cuarto a lado del DJ, para entonces Malcolm ni se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo y lo vi bailando, ni siquiera grité o le hice señas, yo estaba tratando de convencer al tipo de que lo que fuese lo pagaría pero hasta la mañana porque sólo teníamos 4000 pesos y él dijo “No”, entonces saqué mis recibos de Western Union para demostrárselo y él dijo “no, llámale a alguien o te matamos”. Le dije “por favor, hombre, sólo estoy aquí de viaje con mi amigo, no queremos problemas”, él salió de repente del cuarto y yo fui detrás suyo buscando a Malcolm, cuando el tipo se dio cuenta que iba detrás de él, volteó, me apuntó de nuevo a la cabeza y otro tipo que se acercó golpeó mi estómago y ambos me llevaron de regreso al cuarto, el de la pistola me dijo “te mataré, te dije que no salieras del cuarto”.
Le pregunté dónde estaba Malcolm (porque al salir esta vez no lo había visto), y él no respondió, y entonces él estaba a punto de dispararme en la cabeza cuando una mujer se interpuso entre ambos y tiró la charola con chicles y cigarros que estaba vendiendo y lo detuvo diciéndole “no lo mates, por favor, él pagará”. El tipo la miró y salió. Entonces yo corrí con ella y un par de otras chicas, y el otro tipo que me golpeó también salió, la abracé y le dije “gracias, has visto a mi amigo?”, ella dijo “no, probablemente se fue”. Yo lo busqué por las mesas y los sofás, y solamente encontré su pasaporte tirado en el suelo.
Salí del club pensando en que lo que dijo ella era verdad pero yo no vi a Malcolm ni a mi derecha ni a mi izquierda, me preocupé tanto que tomé un taxi de los muchos que están aparcados ahí y le dije que por favor me llevara alrededor de la manzana para buscarlo y cuando estaba a punto de conducir otro hombre de un taxi me dice “su amigo está al otro lado de la calle yaciendo en el suelo”, me dijo que estaba sólo una calle enfrente por lo que me voy con él y vi entonces a Malcolm todo golpeado y sangrando por la boca y cejas, me inclino hacia él y entonces me dice Malcolm: “¡Miguel llévame, llévame Miguel!”, con lágrimas en los ojos yo grito: “¡ambulancia, policía, ayuda, alguien!”.
Una ambulancia llegó 15 minutos más tarde, me voy en la ambulancia con él. Yo le limpiaba su sangre con mis manos, luego llego entro a la sala de emergencia con él y pido el mejor tratamiento, abrazo la mano de Malcolm, le digo a la enfermera: “por favor sálvalo” y ella me responde: “Malcolm va a estar bien, permítenos trabajar”, ella quería que yo saliera pero pensé: “no puedo abandonarlo, fui secuestrado un instante y ve lo que sucedió. Yo no puedo irme”. Entonces ella me dijo:”necesitamos tomar una radiografía de él, atender sus cortadas”, entonces llama a los guardias y me echan de la habitación, me llevaron afuera a la calle, la cual acá es el “área de recepción”.
Entonces es cuando me di cuenta de que no tenía teléfono, solamente 50 pesos que los del club no encontraron en mi cartera, un taxista se acerca a mí y me dice: “hermano, yo vi lo que les pasó a ti y a tu amigo, te seguí hasta aquí detrás de la ambulancia porque dejaste su pasaporte en el taxi antes de que corrieras hacia él”. Yo le dije:”gracias, ¿puedes llevarme de vuelta a mi cuarto de hotel donde me estoy hospedando, por favor? Yo solo tengo 50 pesos”. El me dijo: “no, espérate un rato porque los tipos del club están buscándote”. Así que mientras tanto le pedí ayuda a un doctor pero él me volvió a echar fuera, esta vez por otra salida y el taxista estaba aún conmigo.
Necesitaba unos números de teléfono para llamar solicitando apoyo, los cuales estaban en el cuarto porque mi celular había sido robado, así que me llevó de vuelta al hotel, arriesgando su vida, pues si aquellos tipos me encontraban también lo matarían a él, pero fue listo y me llevó hacia el taxi de su amigo e intercambiaron taxis, yo estaba paranoico pero él era todo lo que yo tenía en ese instante, él me pidió algo de fondos porque el taxi de su amigo no traía gasolina, yo le dije que se los daría pero que necesitaba acceso por internet y facebook y que tenía gente que me enviaría dinero desde California, entonces conseguí el teléfono de Alicia el cual estaba en el espejo del cuarto de hotel y le pedí a ella que llamara a Carolina y al papá de Juan para que fueran hospital a ver como estaba Malcolm, luego yo crucé casi toda la ciudad buscando un internet, retiré 50 dólares de lo que me mandaron por Western Union y envié un mensaje por facebook a Carolina para darle el número del celular del taxista, y entonces ella llamó y me dijo: “¿dónde estás?, ¡vente para acá inmediatamente!”, y le dije que había venido a buscar su teléfono y que solo había hallado el de Alicia. Entonces me repitió que dejara todo inmediatamente y fuera rápido con ellos. Nos fuimos por Tepito, solo nos detuvimos para sacar dinero del cajero y poner gasolina y al llegar con ellos, Carolina y el papá de mi amigo, don Juan, me dieron la noticia de que Malcolm había muerto y me empecé a volver loco.
Fui inmediatamente a la policía, rendí mi declaración durante 14 horas, me llevaron al club, les dije todo, pero ¡que jodida ciudad!, a ellos no les importaba realmente, solo querían seguir el protocolo de investigación y ya.
El taxista era el único contacto que yo tenía con el mundo, Carolina y don Juan me dejaron solo, tenían miedo porque el taxista les dijo que la gente del club estaban tras de mí, inclusive en la estación de policía, pero que ellos no podían matarme ahí; era ya muy tarde y les dije cual era el lugar y todo lo que ellos me hicieron, que yo no vi lo que le hicieron a Malcolm pero que luego lo encontré todo desbaratado en el suelo; y que luego, como a las dos de la mañana me dijo la mujer de la policía que no saliera de la estación por mi seguridad, pero yo no confiaba en nadie así que puse toda mi fe en el taxista al cual le debo mi vida y me doy cuenta de que así como hay gente muy mala, también hay gente muy buena.
José: sé que tú me defendiste de esos tipos ignorantes que hicieron esos comentarios en facebook, la vida se la debo a la mujer del club y al conductor del taxi, he estado tan paranoico, triste y llorando por Malcolm, que no deseo esto a nadie.
Oye, te elijo para que digas mi verdad, por favor estudia mi historia en el periódico BayView, J-R no es un ”negro doméstico”, como están diciendo en facebook, Malcolm y él no se hablaban recientemente a causa de problemas personales, pero no porque Malcolm pensara de que era un agente del FBI, eso es tan estúpido, J-R sigue siendo amigo mío, y él está muy activo y recaudando fondos para el funeral de Malcolm, ese otro hombre estúpido tipo del facebook sólo habla mierda, él tiene un arma de fuego como imagen de perfil, y hablando sobre mí, sobre J-R, sin pruebas, por favor te pido que te hagas cargo y por favor uses esta información correctamente, yo no puedo utilizar Internet todos los días, estoy en una comunidad muy pobre, los niños realmente tristes sin zapatos y bebés hambrientos, tu entenderás que todo el plan con Malcolm consiguió colapsarse, pero la gente sólo se centra en lo malo de nosotros, diles acerca de nuestro plan, nuestra estrategia y cuánto amor tenía Malcolm a nuestro pueblo que lo que hizo por mí fue un acto de amor y acto de amor de amistad, Malcolm nunca querría que nuestros pueblos luchasen entre sí.
Mis respetos José. Antes que lo olvide, yo no tengo el dinero de nuestros recursos, estoy usando un equipo que apenas puede funcionar, es por eso que quiero que me ayudes y distribuyas mi testimonio.
Confiando en ti, con todo mi corazón.
Miguel”