La Unidad Verdadera que no puede separarse.

unidad

 

Para: Periódico el Heraldo de San Luis / Publicado: 11-03-2012 De Orquídea Cruz Coria

 

La Unidad es una virtud, en la que hay un asunto o pensamiento principal generador y lazo de unión que representa concordia.

“De quien todo el Cuerpo, bien unido y entrelazado por todas las coyunturas del rico suministro y por la función de cada miembro en su medida, causa el crecimiento del Cuerpo para la edificación de sí mismo en amor”.

La unidad es diferente a una simple unión. Una unión es un estado en el cual muchas personas se juntan, mientras que la unidad es una sola entidad. Es similar a la electricidad que corre por muchas lámparas, haciendo que todas ellas brillen como una sola. En sí las lámparas están separadas, pero en la corriente eléctrica ellas son uno.

Aquí nos referimos a la unidad del Espíritu que es en la realidad, la unidad de la vida divina, la cual hay que mantenerla en la práctica y para lograr la unídad  se deben considerar dos aspectos: La fe y el pleno conocimiento del Hijo de Dios para que lo experimentemos.

Cuanto más crezcamos en vida, más nos adherimos a la fe y más fácilmente dejaremos todos los conceptos doctrinales poco significativos, los cuales causan divisiones permitiéndonos llegar a la unidad práctica y a la medida de un hombre de plena madurez, a la estatura de la plenitud de Cristo que es en realidad, el Cuerpo de Cristo.

¿Está dividido Cristo?

Esto es exactamente lo mismo que decir “soy luterano”, “soy Wesleyano”, “soy presbiteriano”, “soy episcopal”, “soy bautista”, etc. Y sólo puede ser eliminada esta separación tomando a Cristo como único centro entre los creyentes.

Cristo es el único y no esta dividido, como tal, debe dar fin a todas las divisiones. Los creyentes fueron bautizados en el nombre, es decir en la persona del Cristo crucificado y resucitado, lo que dio por resultado una unión orgánica, su nombre único y su persona única no puede ser remplazada por ninguno de sus siervos. (Juan el Bautista, por ejemplo).

El apóstol Pablo fue enviado a predicar el evangelio ministrando a Cristo a otros, para producir la iglesia como una expresión de Cristo, a fin de que ésta, sea la plenitud de Dios. Él no predicaba la ley, ni la circuncisión por las cuales luchaban los judíos, ni las filosofías que promovían los griegos, más bien Cristo abolió las ordenanzas de la ley. Sin embargo, El enemigo de Dios  incitó a los juadaizantes y a los filósofos griegos a que predicaran “ismos” de la sabiduría mundana, para que se hiciera vana la cruz de Cristo. pero Pablo estaba alerta en este asunto, al confrontar las divisiones que existían entre los creyentes corintios (quienes se consideraban sabios  y prudentes al aferrarse a su sabiduría filosófica),  las cuales surgían de la religión judía y de la filosofía griega.

La fidelidad de Pablo ha permitido la continuación de la vida de Cristo fuera de la religión, revelada en sus creyentes.

¿Por qué los judíos y griegos desviaron la centralidad?

Porque necesitaban comprobar visiblemente lo que predicaban, la religión necesita de señales y tanto los judíos como los griegos las buscaban constantemente.

El Cristo crucificado, mostraba una imagen de debilidad, desprecio y rechazo, un completo tropezadero para los judíos que buscaban milagros, y era necedad para los griegos que buscaban sabiduría. Sin embargo éste es el Cristo que ellos necesitaban porque representa el poder de Dios y la Sabiduría de Dios: La sabiduría se necesita para planear, proponer y el poder para llevar a cabo, efectuar, lo que se ha planeado y propuesto.

En la Economía de Dios, Cristo es ese poder y esa sabiduría.

…considerad…vuestro llamamiento, que no hay muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; lo innoble del mundo y lo menospreciado, lo que no es, escogió Dios para deshacer lo que es., a fin de que nadie se jacte delante de Dios.

Deja una respuesta