Por Abraham Cortes Reta
La pandemia del Covid-19 ha mostrado la importancia de invertir en el sector científico y tecnológico de México, la crisis sanitaria ha reflejado nuestras debilidades y carencias para poder enfrentar los efectos del coronavirus.
El grave problema de la falta de inversión al sector científico se ha arrastrado sexenio tras sexenio, ya que, aunque está establecido por ley que se debe destinar a la Ciencia y la Tecnología al menos el 1% del PIB anualmente, esta cifra jamás se ha alcanzado. Mientras países como Alemania o Estados Unidos garantizan un monto superior al 4% de su PIB para este sector, México se ha quedado atrás, alcanzando difícilmente el 0.5 %.
Este rezago aleja a nuestro país de la lucha contra el Covid-19, cuando bajo otras circunstancias podríamos ser parte de la carrera para encontrar la tan anhelada vacuna. El talento científico de los mexicanos es contundente: la píldora anticonceptiva invención del ingeniero químico de la UNAM Luis Ernesto Miramontes, la televisión a color de Guillermo González Camarena, la cura contra el VPH resultado del trabajo de Eva Ramón Gallegos, biomédica del Instituto Politécnico Nacional.
Es evidente, la ciencia es nuestra mejor aliada. La tecnología y la innovación son elementos esenciales para superar cualquier crisis sanitaria, prueba de ello son las vacunas, los medicamentos, las pruebas de laboratorio, los equipos de respiración artificial, etc.
Por lo anterior y tras los devastadores efectos de la pandemia en México y alrededor del mundo, la sociedad se ha dado cuenta de que invertir en innovación y ciencia es esencial para el futuro; se requieren más biotecnólogos y profesionales de la salud, más formación de recursos humanos capaces de entender el fondo científico, analizarlo y proponer soluciones.
A partir de hoy la Ciencia no debe volver a ser vista como un gasto sino como una inversión que puede evitar miles de muertes y terribles pérdidas económicas, pero para esto es necesario invertir constantemente, no solo en un momento de despertar. Como lo mencioné en un principio, esta pandemia reflejará nuestras debilidades como país y como sociedad, pero a cambio nos enseñará que debemos trabajar e impulsar constantemente a la ciencia y la tecnología.
De cara al futuro, todos debemos ser conscientes de la gran necesidad de que gobierno e iniciativa privada, apoyen a estas instituciones académicas y científicas, invirtiendo en ciencia para generar el indispensable conocimiento que sirve de base, para producir la tecnología, que cambia día a día, el rumbo del desarrollo de nuestra sociedad.