Un amor caracterizado por deleite y placer. Tal amor inefable sólo puede ser el resultado de una fe genuina; Amar con el amor de Dios.
Una característica sobresaliente de la Iglesia recobrada es que ella guarda la palabra del Señor, por lo tanto le pertenece absolutamente, gracias a que se aparta de todas las herejías y tradiciones abandonando cualquier nombre como testimonio.
El orden establecido por Dios es que primero, la fe nos conduce de la muerte a la vida poseyendo este amor divino, como hijos de Dios, aquellos que se aman unos a otros como hermanos. Es tan certero considerar que quien puso este amor es Dios mismo en nosotros forjando una familia divina-humana.
La única manera de saber lo que es el amor, es reconocer que el Señor Jesús puso antes su amor en nosotros, Unicamente esto nos convencerá porque podemos ver el amor, con unidad y armonía. A esta iglesia apropiada no le interesan las tradiciones, sólo la Palabra de Dios.
Aunque la Iglesia reformada fue recobrada a la palabra del Señor, abriendo la Biblia a todos los creyentes, ella ha negado el nombre del Señor al ponerse muchos nombres: luteranos, presbiterianos, wesleyanos, anglicanos y bautistas abandonando el nombre del Señor Jesucristo. Desviarse de la palabra del Señor es apostasía y denominar a la Iglesia con cualquier otro nombre que no sea el Señor, es fornicación espiritual, Este es el cristianismo degradado.
La Iglesia, como virgen pura desposada con Cristo (2 Co. 11:2) no debe tener otro nombre o denominación que no sea el de su marido. Todos los otros nombres son una abominación a los ojos de Dios.
En la Iglesia recobrada solo tenemos un nombre todo-suficiente, el nombre que es sobre todo nombre como Su expresión.
Bibliografía, Santa Biblia del Recobro