La Economía de Dios

Para: Periódico el Heraldo de San Luis.
Publicado: Domingo 25-03-2012 / Sección “Gente”

 

Oikonomía, palabra griega que significa administración recta y prudente de los bienes… Buena distribución, dispensación, ley doméstica, administración familiar, gobierno familiar.

En la eternidad, Dios planeó una voluntad que estaba escondida en Él y tuvo a bien darnos a conocer este maravilloso misterio de su voluntad. La palabra tiene el mismo origen de “pastos” que implica distribución de pastos para el rebaño.

En la economía de Dios: Él planeó, y se propuso en Sí mismo que en Cristo todas las cosas sean reunidas bajo una sola cabeza, en la *plentitud de los tiempos por medio de la impartación de la abundante suministración de vida del Dios Triuno, como factor vital para ser levantados de muerte a vida y unidos al cuerpo.

En la Economía de Dios, Él se imparte en Cristo a su pueblo escogido para tener una morada (casa) que lo exprese a su imagen y semejanza.

La Economía de Dios se funda en la fe y las diferentes enseñanzas estas basadas en el principio de la ley. Por tanto la fe es contraria a la ley.

Todas estas enseñanzas son vana palabrería. “…queriendo ser maestros de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman con tanta seguridad”.

Ninguna enseñanza basada en el principio de la ley, es sana.

Si alguno rechaza esta fe y una buena conciencia, tal persona naufraga en un mar profundo. Esto es, que vive en una esfera natural o en la obra de la ley que condiciona su estado sin un corazón puro. por el contrario la economía de Dios, se lleva a cabo en la esfera espiritual de la nueva creación, hombres regenerados por la fe en Cristo quienes nacen de nuevo con la vida y naturaleza de Dios siendo hijificados para participar de Él mismo y expresarle. De este modo llegan a ser miembros de su cuerpo y participan de todo lo que Él es.

Las enseñanzas diferentes causan envidia y discordia entre los creyentes. Estas enseñan a la gente que hacer y que no hacer, contrario al amor que proviene de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida. Aquellos quienes ministran las riquezas de Cristo a otros, regalándoles la vida.

Un corazón no fingido es un corazón sencillo, sin mezcla, un corazón que busca al Señor como su única meta. Una buena conciencia es una conciencia sin ofensa y una fe no fingida es una fe sin presunción, ni hipocresía.

Durante los 2000 años desde el nacimiento de Jesús hasta nuestros días, la iglesia ha sido degradada al confrontar enseñanzas diferentes, sin embargo hay un remanente el cual tiene los atributos: El corazón puro, verdadero y genuino.

Sabiendo esto, la ley no fue dada para el justo, sino para los indomables, irreverentes, para los que levantan la mano contra su padre y su madre, para los secuestradores y mentirosos.

La palabra Sana implica la vida, el suministro de vida a otros que nutre y sana, en contraste con las diferentes enseñanzas de los disidentes que siembran semillas de muerte y veneno.

No es sana ninguna enseñanza  que distraiga a las personas del centro y de la meta de la economía neotestamentaria de Dios.

Hablar sano es el ministerio de la verdad, el cual ministra a la gente la realidad de las verdades divinas y participa de ellas. La conciencia prueba y reprende para

conservar al hombre en la fe..

La fe (Subjetiva) es la respuesta de la verdad de la fe (objetiva): tal fe recibe las realidades divinas al hacer al hombre partícipe de ellas.

1 Ti. 1:3, 4. Como te exhorté al irme a Macedonia a que te quedaras en Efeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, ni presten atención a mitos y genealogías interminables que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.

* Será cuando aparezcan el cielo nuevo y la tierra nueva, después que se hayan cumplido todas las dispensaciones de Dios en todas las edades.

 

 

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