La Actitud Ante la Vida

Reflexiones Valiosas de Ulises Franco.

En el marco de un taller de liderazgo, un alumno preguntó: “¿Se nace líder… o definitivamente abandono la idea de serlo?”

Pregunta por demás puntual. -Me dije.

Hoy, tal como entonces veo, sólo con años…

¡Oh, la mitad de mi vida! Me doy cuenta que mi respuesta es aún el bastión de mi vida.

Hace unos días atendí al llamado de un pupilo que atravesaba por una crisis de duelo y se sentía destrozado no por lo acontecido sino por la forma en que estaba afrontándolo. Había decidió no acudir a su empresa, quedarse en casa, cancelando toda actividad mientras superaba ese trance.

Buscando tranquilizarlo, le dije: Tienes una meta, recuerda, estás aun lejos pero cada vez más cerca… vas en la autopista a velocidad moderada, pero de pronto te aparece un aviso al borde del camino y que te dice: “Disminuya su velocidad, próximo tramo en reparación”. Bien, ahora mismo estás ya en el tramo de terracería, en reparación, son sólo 5 Km, pasan pronto, pero hay que ir despacio o podrías causarle daños a tu auto.

Muchas, muchas veces, los caminos de la vida son tramos en reparación… y en ocasiones no hay camino. Bien decía Machado: “Se hace camino al andar”.

Bien, ciertamente hay cualidades innatas que caracterizan al líder. Se nace con algunos atributos, sin embargo, eso NO define a un líder. Son sólo cualidades que, si él decide cultivar, tendrá ventaja amplia sobre quienes no posean esas cualidades.

Un líder, sin saberlo, sin estar consciente de esas cualidades, actúa con la fuerza del espíritu aun si es fuerza física lo que deba mostrar.

A diferencia de quienes se esfuerzan por parecer líderes. Algunos de ellos desarrollan el poder de la retórica, incluso histriónica, pero no ejercen liderazgo sino autoridad, y créame, son un fracaso. Así mismo hay líderes que no ejercen autoridad ni tienen multitudes que los aclamen, pero su ejemplo arrastra a la acción, sean dos o tres sus seguidores.

Un líder, sin dejar de sostener su sueño de bien común, ha de tener clara la realidad. Los pies en tierra, la mente en la meta y el corazón en la acción. Eso es el líder, el cerebro inteligente que tiene el corazón en la convicción de nunca dejarse vencer por la adversidad… ¡Nunca!

El líder está dispuesto a levantarse cuantas veces sea necesario, es decir, ¡No se derrota!

Puede verse acribillado, pero nunca mancillado porque el honor es su bandera.

Sé que suena muy soñador, y precisamente eso es el liderazgo: Un sueño en acción.

Si usted descubre que tiene cualidades de liderazgo, no son “la facilidad de palabra” sino la natural comunicación. Tampoco es la sonrisa fácil para la foto, sino la empatía del corazón, la compasión… sentir. Esa es la principal cualidad del líder nato: Carisma.

Entonces, el liderazgo es la acción del líder. El líder es guía, es ejemplo. Jala, no empuja. Arrastra hacia el bien, no hunde, rescata.

Si usted siente algunas de estas cualidades en su corazón, entonces sí, adelante, dispóngase a cultivar la dote y prepare su entendimiento para reforzar las partes donde tenga áreas de debilidad porque reconocer y fortalecerse es una cualidad también del líder.

Como puede usted observar, se trata de cultivar virtudes, no sólo de incitar a algo. Es un proceso de ganar-ganar. En psicología, se llama asertividad.

¡Ah! una cualidad importante: la humildad para aprender que no se es infalible; que el líder puede equivocarse y fallar. Se hace responsable, no se culpa. Y está dispuesto a reconstruir los daños y construir lo necesario para el logro de las metas que -siempre- siempre están encaminadas al bien común.

Ningún líder hace algo bueno sólo para sí, ni tampoco lo hace solo.

Amig@ lector, como siempre, reciba usted un cordial “abrazzo” de su amigo por siempre.

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