Por: Viviana Gámez y Jacqueline Hernández / revistaelite_slp@hotmail.com / samy_games@live.com.mx / jacquederad_hp@hotmail.com
Como parte del IX Festival Internacional de Letras en San Luis Potosí se llevó a cabo la lectura de “Macario, el ahijado de la muerte”. Aunque el evento estaba programado para el miércoles, fue pospuesto para el siguiente día, el jueves 21 de noviembre, esto debido a un retraso en el vuelo del Señor Ignacio López Tarso, una de las personas más importantes dentro de la obra. El hijo del actor, Juan Ignacio Aranda, fue el encargado de dar la noticia y fue quien además pidió una disculpa.
El jueves el evento dio inicio faltando 15 minutos para las ocho de la noche en la Plaza de Aranzazú. Con un lugar totalmente lleno, el Señor Ignacio López Tarso y los actores Juan Ignacio Aranda y Nidia Verastegui junto con un acompañamiento de guitarra realizado por Guillermo González Philips, comenzaron la lectura de “Macario, el ahijado de la muerte”.
La obra “Macario”, fue escrita por el autor alemán B. Traven y llevada a la pantalla grande por el productor Roberto Gavaldón en el año de 1960. Cabe mencionar que López Tarso fue también, durante esta cinta, el encargado de dar vida a Macario, un campesino y leñador, padre de 11 hijos que vive obsesionado por la pobreza que sufre, llegando a anhelar poder disfrutar de un guajolote sin tener que compartirlo con nadie.
En su preocupación por el deseo de su marido, su mujer le ayuda robando un guajolote y entregándoselo para que se vaya a lo más profundo del bosque a comerlo. En su camino se encuentra con dos personajes, el diablo y Dios que le piden un pedazo de su banquete, dándole diferentes razones para convencerlo, pero él se niega rotundamente a acceder, finalmente un tercer personaje aparece, es la muerte, quien también le pide que le comparta de tan deliciosa comida; en esta ocasión Macario acepta, no por temor sino por comprensión de lo que significa la llegada de este personaje. En recompensa, la muerte le obsequia un “don” con el que puede adquirir fama y riqueza, pero que también le ocasionará un alto costo. Antes de retirarse, la muerte le hace saber que tiene que cumplir con sus indicaciones al pie de la letra, ya que ella es la que tiene la decisión final y todo destino llega a su culminación, nada es eterno. Al final de la historia, queda la duda sobre sí todo fue un sueño de Macario, o un breve preámbulo maligno de la muerte para jugar con él.
“Debemos tener muchas consideraciones con los muertos porque pasamos más tiempo muertos que vivos”. (Macario, 1960).
Durante el desarrollo del evento en la Plaza, los asistentes se mantenían atentos al relato que se trasmitía. Al término del acto y enterándose del final de tan magnífica obra, los asistentes se colocaron de pie y le aplaudieron fuertemente al señor Ignacio López Tarso, reconociendo la carrera tan grande que ha llevado a cabo en el mundo de la actuación, misma que lo ha consolidado como uno de los mejores actores del cine de oro en México. A continuación Mario García Valdez subió al escenario a darle un merecido reconocimiento al actor, además de regalarle una pequeña artesanía con la forma de la Caja del Agua, símbolo 100% potosino.
Después de un breve receso para el reacomodo de escenario, Francisco Céspedes, cantante cubano, subió al escenario para deleitar con su música a los asistentes, esto de las 9:30 hasta pasadas las once de la noche.