Interrelación, el síndrome del avestruz y la verdad.

 

“La verdad siempre sale a flote

como la gota de aceite en el vaso de agua.”

 

María Dolores Flores Ruiz

“La Faraona”

 

 Por Juan Felipe Cisneros Sánchez.

Lamentablemente es común que solemos ver los problemas de otros, como algo ajeno o lejano. Si lo robaron, decimos, es su problema. Si acaso perdió el empleo, decimos, que mal pero no hacemos nada más. Si vemos un accidente solemos parar para satisfacer el morbo, más no ayudamos.

Si llego un troglodita al gobierno del norte que atenta contra los ciudadanos mexicanos, pensamos que; ¿eso en que nos perjudica?, pero, algunos de los efectos negativos de este tema, están en la deportación de trabajadores mexicanos que aquí no tienen opciones laborales, con lo cual miles o millones de familias se suman al sub o desempleo, acrecentando las filas de la pobreza y la exclusión. Ligado a este efecto está la consecuente reducción de remesas de los migrantes que ahora tienen una creciente importancia financiera para el país, la renegociación del tratado comercial que involucra al empresariado y que dada la debilidad del interlocutor gubernamental en la negociación, el horizonte se torna complicado y vaticina un bajo crecimiento económico. Tan sólo estos aspectos generan una presión interna importante, para lo cual la estructura social, económica y política del país no está preparada. Pero nuestra negación es tal que aún hay grandes conglomerados que dicen; ¿y a mí en que me afecta?

 

Por otro lado tenemos al Gobernante de la Nación, que en un evento se aventura a decir: “….quienes les digan que vivimos en un país que esta crisis, crisis es seguramente lo que pueden tener en sus mentes, porque no es lo que está pasando”. Cuando hay 55.3 millones de ciudadanos en pobreza extrema, mientras que CONEVAL cita, que la carencia por acceso a la alimentación pasó de 27 a 28 millones de personas y según la Organización Internacional del Trabajo tenemos 2.4 millones de desempleados. Otro aspecto es la evidente corrupción que impera en el sector público, dejando al gobernante en turno, en un nivel de aceptación del 12 % según el diario Reforma. Lamentablemente aún con estos contextos tan evidentes de miseria, hambre, desempleo, corrupción y baja credibilidad, que en suma configuran crisis encima de nuestras espaldas, hay quienes vuelven a la negación y dicen; ¿y a mí en que me afecta?.

 

El caso del Gobernante Estatal, es un botón de muestra. En medio de un evento Internacional que como tema principal tienen el derecho a la consulta libre, previa e informada a pueblos y comunidades indígenas, intenta, con un discurso incongruente de respeto a los derechos humanos de las comunidades originarias, no ver las espaldas de los indígenas que le reclaman omisiones repetidas y evidentes a su derecho a la consulta, a la participación y al consentimiento o no de los Planes o acciones públicas en sus territorios, así como le encaran por su incumplimiento a sentencias para realizar una consulta amplia y directa para reelaborar el Plan Estatal de Desarrollo.

 

Atrás de las omisiones reiteradas, están los intereses de empresas trasnacionales en la constitución de megaproyectos extractivos de gas, petróleo, minerales, agua, bosques, selvas, entre otros, y cuya posible explotación es contraria a la visión de desarrollo de las comunidades indígenas, así como atenta contra su cultura, uso y disfrute de los recursos que hoy aún poseen estas. Hay que recordar que en los asentamientos que tradicionalmente ocupan las comunidades, Teének, Náhuatl y Xi’oi; existen vitales reservas geológicas que nutren a los ecosistemas y su biodiversidad, tan necesaria para su sobrevivencia y reproducción. Su explotación pondría en riego un importante territorio que da sustentabilidad a nuestro Estado.

Pese a esto, vemos tan lejanos a los pueblos y comunidades indígenas, que decimos; ¿y a mí en que me afecta?

 

Finalmente, el Gobernante de la capital del Estado, que noche y día lucra con la miseria de la gente como plataforma electorera y fincando su carrera política también en dudosos contratos sobre el manejo de la basura y el alumbrado; aunque resulta evidente la manipulación clientelar y el despojo en despoblado de los recursos públicos, así como su capacidad para permear las diferentes capas de la clase política con malas prácticas de gobernanza para fortalecer su círculo de complicidades, como si fuese una telaraña. Aún ante semejantes evidencias, existen personas que dicen: ¿y a mí en que me afecta?

 

Pareciera que cambió el paradigma, ahora buena parte de las personas creen que la base del desarrollo son las individualidades, las cuales en exageración llegan al punto del egoísmo egocentrista, acrecentando la percepción de que estamos desvinculados del entorno social en el que nos desarrollamos.

 

Se nos olvida que nuestra especie y sus sociedades, nacemos y nos desarrollamos interrelacionados e interculturalmente interdependientes y que nuestra cohesión social nos interrelaciona, no por casualidad, sino por causalidad.

 

Nuestra sociedad ha creado una institucionalidad como; la familia, las formas de gobierno, el marco jurídico, etc. que requiere no sólo de nuestras individualidades, sino de nuestra acción e interacción colectiva y de nuestro interés en el bien común, la ayuda mutua, la acción conjunta y el intercambio de experiencias; como parte de una metodología que nos ayuda a enfrentar los retos y riesgos generales y particulares.

 

Pero disculpen mis interlocutores, este tema de interrelación social, las omisiones y el uso de la verdad, también están relacionados tanto Gobernantes como Gobernados. Miren: En nuestra prisa y sobrevivencia cotidiana, tendemos a no ver la conexión de todo con nuestra vida cotidiana y creemos que vivir en nuestra burbuja nos salva de lo que pasa a rededor. A esto le llamaría el síndrome del avestruz. Pues esta ave cuando percibe el peligro y el miedo, esconde la cabeza, como si ello le cubriera del riesgo y le quitase el miedo. Este síndrome es una negación a la verdad, como si la verdad fuese algo peligroso y atentara a nuestro ser individual o social.

 

Por ello el poder gusta de monopolizar y manipular a la verdad, a su antojo y beneficio, incluso, también el poder gusta de decir sólo las verdades a medias. Obvio para utilizar lo que en sustancia le convenga y no dar de más a la sociedad para evitar problemas y conflictos, pues también a la verdad se le ve como conflicto, cuando se supone que la verdad nos permitiría establecer indicadores para transformar la realidad.

 

Actualmente los gobernantes en el mundo, en México y en particular los gobernantes potosinos, actúan magistralmente como avestruz. Si alguien les dice que hay homicidios, secuestros, desapariciones, inseguridad -como constante de vida-, trata de personas, violencia hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes, feminicidios, explotación de jornaleros, desempleo, inflación, problemas penitenciarios, corrupción, simulación, violación sistemática de los derechos de las comunidades indígenas, etc… !huy qué miedo!. Los gobernantes rápido buscan un hoyo y meten la cabeza en él. Si, los gobernantes son un avestruz.

 

Sus colaboradores, entiéndase su círculo de complicidades o de complacencias; también han entrado al síndrome de la avestruz, e incluso pasan a la invalidez política, ahora crónica, de hacerse los sordos , enmudecer, volverse ciegos, inmovilizarse o estar en coma auto inducido para no hacer nada, nada, como excelentes nadadores.

Los gobernantes no conformes de asumir el síndrome del avestruz como práctica política, constantemente pretenden imponer la verdad oficial en lugar de la verdad “verdadera”, o la información privilegiada y la información manipulada en lugar de la legítima y necesaria verdad.

 

Tampoco es casual que los Estados y los gobernantes, dispongan de todos los poderosos servicios de información o inteligencia que se afanan con vendernos el concepto de “secreto de Estado”, cuando en realidad nos quieren ocultar la verdad. Pues la verdad no peca, pero incomoda.

No se les escapa a los gobernantes la pretensión de querer imponer la “mordaza” a los medios de comunicación y comunicadores para intentar ocultar la verdad, a costa de procurar la imagen pública, que patéticamente queda deshecha comúnmente por la canija verdad, que constantemente se revela por los medios alternativos, como lo son las redes sociales. Las cuales hacen posible que la información corra como agua entre los dedos de las manos ocultas del poder.

 

Tan sólo dos ejemplos, para ilustrar tal cosa. Los indígenas que protestaron recientemente en un foro internacional dando la espalda al Gobernante omiso, éste rápido promueve un linchamiento político de sus demandantes, creando mediáticamente imágenes fantasmales de los que en su derecho reclaman, golpeteándolos en la prensa regional y chantajeando a comunidades prometiendo dádivas o haciéndose la víctima, cuando es el propio gobierno estatal el transgresor del derecho y la ley.

 

Cuando el portavoz de las comunidades denuncia esta sucia maniobra del Ejecutivo Estatal, de inmediato a través del Secretario General de Gobierno, sale al aire radiofónico y a la prensa; intentando ocultar el sol con un dedo, descalificando la declaración del humilde ciudadano que dijo la verdad. Tal intento de tomarnos el pelo por parte del Secretario, me recuerda el fragmento de una canción; “….si te vienen a contar cositas malas de mí, manda a todos a volar y diles que yo no fui…”

¿Grave no lo creen?

 

Para aderezar los ejemplos tenemos el segundo, muy lindo.

 

En el contexto de la elección del Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ya en plena sesión del H. Congreso del Estado y por lo menos una hora antes de votar los diputados, un medio electrónico daba la exclusiva nota sobre la designación del nuevo presidente con santo y seña. Ni el famoso Nostradamus podría haber vaticinado tal detalle. Al venir la votación tan esperada, el resultado es casi una fotografía de lo que el medio había anunciado. ¿Casualidad? ¡claro que no!. Al final en medio de una concurrencia aturdida por la simulación, se concreta con la toma de protesta del elegido de los dioses, un nuevo acto impositivo y anacrónico del poder. El H. Congreso se convirtió en un teatro y los diputados en comediantes. En el centro un hombre sin respaldo ciudadano, carente de legitimidad y cubierto sólo por las complicidades de los grupúsculos de poder que pretenden a toda costa neutralizar la autonomía de la CEDH y su función sustantiva de promover, proteger, defender y garantizar los derechos fundamentales.

 

En un segundo acto de la obra, la estrategia mediática, ahora intentando convencer a los ciudadanos de una ejemplar designación y el designado en un sobre esfuerzo digno de un Oscar Hollybudense, da una explicación no pedida, que se convierte en culpa manifiesta. (Excusatio non petita pecata manifesta) “disculpa no pedida culpa manifiesta”.

 

Al nuevo sr. Presidente de la CEDH nadie le pidió tales aclaraciones, ¿pero se siente autor de la falta? No puedo evitar recordar entonces un fragmento de una canción, que le quedaría al momento y al sr., el triste; “Hoy quiero saborear mi dolor, no pido compasión ni piedad, la historia de este amor se escribió para la eternidad.”

 

Recordemos que la verdad es saber, y el saber es poder. Por eso no conviene dejar la verdad en manos de quienes pretenden manipularla, monopolizarla o decirla a medias tintas. El poder es tan miserable que llega hoy día al exceso de pretender imponer las mentiras como verdades e incluso pretender institucionalizar las mentiras como verdades históricas.

 

No podemos los ciudadanos renunciar a la verdad y al saber, pues son derechos irrenunciables. El derecho a la verdad y al saber también son derechos humanos de las personas., por cierto también tendríamos derechos a la felicidad, y para ser felices hay que entregarse a la verdad y al saber, ¿o no?

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