De: Diana López / revistaelite_slp@hotmail.com / @RevistaEliteMx / diana_peke20@hotmail.com
La tierra y la piedra crujen bajo los pies, mientras la Hacienda “La Ventilla” luce muda y semivacía, dejando atrás las épocas de esplendor y vida que la rodearon en épocas pasadas.
Diversas construcciones que fueron parte de ella, como la capilla principal, las caballerizas y la carpintería quedan como testigos y actores principales de historias inolvidables.
Hoy en día, la vida productiva por parte de la población que habita en los alrededores de la Hacienda se remite a la siembra y cosecha de maíz y frijol.
Sin embargo, dentro de los vestigios edificados, habita Don Antonio Esquivel, fabricante de herramientas al horno dentro de una fragua construida en los terrenos de la misma.
“Mi abuelo trabajaba aquí, cuando la hacienda estaba en pleno apogeo; había mucha cosecha y ganado. En esos tiempos el patrón era Edgardo Meade, quién murió en 1962; uno de sus hijos falleció 3 años después y a partir de ahí, la hacienda se fue partiendo, y esto es lo que queda”.
Los hornos en los que trabajar, están hechos completamente de adobe y piedra, donde se fabrican herramientas diversas para la agricultura, como cuchillos, prensas y herraduras para caballos, completamente forjados a mano.
“Mi padre era campesino, pero yo me dediqué a esto y lo sigo haciendo. Aquí he vivido toda mi vida, pero tengo entendido que este negocio tiene 260 años”.
La extensión original de la hacienda ascendía mas o menos a 900 hectáreas y ha sido escenario turístico y de producciones televisivas como la telenovela mexicana “La Antorcha Encendida” transmitida en el año de 1995.
“Mucha gente se pregunta que pasará con el negocio, porque yo no soy casado, no tengo a quien heredarle lo que hago, porque a nadie le gustaría aprender; de esto ya no hay, Es trabajo artesanal”, finaliza Don Antonio Esquivel.