Jueves 6, diciembre 2012.-La detención reciente de estudiantes universitarios potosinos por la comisión de supuestas trasgresiones a la ley, delata el creciente deterioro de las estructuras sociales en una sociedad como la potosina, que difícilmente escapa al poder criminal.
La comisión de esas infracciones, activa el foco rojo, emite señales de alerta y exige medidas oportunas y suficientes para cercar el problema de inmediato.
No es asunto menor que jóvenes universitarios estén introducidos en la comisión de delitos tan serios como el homicidio, el secuestro y el narcotráfico. La situación es grave, muy grave y desde luego triste y desconsoladora.
Son estudiantes de escuelas como Economía, como Agronomía, como de la Facultad del Hábitat, a decir del propio vicepresidente de la Federación Universitaria Potosina, (FUP) José Pablo Torres Solana.
A la comisión de esas infracciones, se suma la venta y consumo de droga, observan también los propios estudiantes universitarios. El problema crece y preocupa.
Ante tal escenario surge entonces la necesidad inmediata de establecer controles más estrictos en los recintos universitarios. Es a todas luces evidente, necesaria, urgente, la puesta en operación de medidas más eficaces.
Así lo han expuesto con toda claridad los propios estudiantes a los que por cierto les parece que con Mario García Valdez al frente de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el problema no era tan preocupante, no era tan serio. Cuestión de apreciaciones.
De cualquier modo, el mensaje para el actual rector, Manuel Fermín Villar Rubio, es muy claro y contundente. Puede que esconda algún afecto político. Tal vez.
Lo cierto es que tanto autoridades universitarias como la agrupación estudiantil, tienen en primera instancia, la obligada responsabilidad de atender con oportunidad este problema que asoma, que aparece y que puede salir de control y alcanzar proporciones inimaginables si no es sometido a tiempo.
El penoso incidente abre las puertas a la sospecha y no faltará quien diga que el poder criminal se ha filtrado en los recintos universitarios y que hay riesgo de vulnerabilidad universitaria. ¿Acaso el poder criminal se ha instalado en la máxima casa de estudios? Grave, muy grave de ser así.
Un tema controversial que esperamos no alcance tal dimensión por el bien de todos. Trastocaría la esencia universitaria y las fibras más intimas del ánimo público. No.
José Ignacio Dávila Álvarez es egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) donde cursó la carrera de Diseño Gráfico. Es periodista desde 1985. Fue titular de XHSLS TV, Canal 9 en San Luis Potosí, (México) y ejecutivo de la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales, A.C. Ha sido catedrático universitario y funcionario público. Es directivo del Colegio de Periodistas y Comunicadores de San Luis, A.C.