Reflexiones Valiosas:
Recuerda que Tú no eres sólo eso que llamas YO, o sean, tu cuerpo y lo que ves de ti, lo que crees -y lo que te han dicho que creas- lo que haces y con quién te relacionas son cosas que te han marcado. En ese valor llamado Persona, también juega un papel importante las circunstancias que la rodean; por ejemplo: la ciudadanía, el grupo cultural, el barrio -y hasta la música que escuchas- definen esa parte llamada “circunstancia”. Entonces, la persona es la suma de su YO, más sus RELACIONES, más su CIRCUNSTANCIA. Yo+Relaciones+Circunstancias=Persona.
Y sí, como decimos, “esto no me va” o por lo contrario: “¡Esto me va muy bien!” y ahí hablamos de una circunstancia que nos hace sentir bien. Pero hay circunstancias que no nos hacen sentir bien, por ejemplo: la salud, la condición económica, la preparación académica y más. Pero todo ello no mejorará por sí solo, es más: ¡podría empeorar! Si no intervienes con tu YO, esa parte interna de ti, eso que nadie te puede quitar.
¿Sanar del cuerpo, de tus ideas, de tus relaciones, de tus circunstancias? ¿Eso quieres, de veras? Bueno, no estás lejos de lograrlo, de alcanzar lo que tú quieras, si sigues estos pasos:
1: Tú eres lo más valioso de ti. Porque, aunque haya mucha gente alrededor de ti, “tú eres lo único que es tuyo” -y de nadie más- ¡Conste!
2: Las relaciones SANAN cuando tu YO interno comienza a evolucionar.
3: SANAR las circunstancias es una resulta de tu YO evolucionando.
Nada es estático, ¡Todo en el universo, se mueve! Y tú… ¡Tienes derecho a moverte! A moverte desde adentro, desde lo más íntimo de ti que es TU SENTIR.
Sí, el Sentir, de donde afloran los Sentimientos -los bonitos y los feos- todo está grabado ahí en esa parte de nuestra mente interior: “el Corazón” Sí, El corazón no es sólo una bomba: ¡Cuarenta mil neuronas que impulsan a la acción lo avalan!
Amiga(o), adorables lectores… Vamos más allá de nuestro vapuleado cerebro: ¡Vamos al Corazón! Pronto haremos un viaje juntos para conocer estos misterios e intrincados poderíos del corazón, que no del alma, sino sólo del corazón.
Puedo adelantarte que puedes estar seguro, muy segura(o), pero segurísima de que hay una forma de salir de eso que NO te gusta para ti y para tu vida. Sólo abre tus oídos, porque los mensajes al corazón llegan más por los oídos que por lo que ves. Has oído aquello de que las decisiones del corazón son “sin ver”. Por eso el corazón cuando ama no mira defectos… ¡Sólo ve el bien! Y el oído es especialista en informar al corazón cuando esa vibración está presente.
Finalmente, te invito a escuchar a tu corazón… ¡Sí! Lo puedes escuchar más allá de sus latidos, pero empezaremos por ahí. ¡Pregúntale al corazón! Vas a ver, mejor dicho, a oír y sentir, lo que tu corazoncito quiere decirte. Sin más, te amo desde acá (tocando mi corazón) y hasta allá. El corazón NO se equivoca. Ponte atento a la vida porque es tuya, es la circunstancia que rodea a tu YO. Y yo quiero ver un feliz YO en ti. ¡Hasta la próxima!
De todo corazón, ADN° en acción.
Ulises Franco.
Pues desde ya mi yo es feliz en mis manos y en las de nadie más está mi felicidad. Tenemos que ser mejores cada día y dar lo mejor de nosotros .