Equinoterapia, una opción de salud diferente.

 

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Por: Ghisselle Jatziry Ávila / revistaelite_slp@hotmail.com / gavila.cc@gmail.com

 

La Equinoterapia tiene sus inicios en los años 458-377 a.C siendo su iniciador Hipócrates, mejor conocido como el padre de la medicina, quien decía que era altamente saludable utilizar el trote del caballo con fines terapéuticos y que se debían dar constantemente paseos a caballo para mejorar cuestiones tanto físicas, mentales y de conducta del sujeto. Es así que a partir de ese entonces muchos especialistas se enfocaron en el arte de la curación a través de los caballos, que implica tiempo, técnica y amplios conocimientos acerca de estos animales y además del cuerpo humano.

Para hablar más ampliamente de este tema entrevistamos a Liliana Carrera Soto, quien se dedica desde hace varios años a esta actividad en el Rancho Santa Martha en el Fraccionamiento Granjas de la Florida, ya que estudió en la Asociación Mexicana de Equitación Terapéutica (AMET).

 

Coméntanos, ¿Qué es la Equinoterapia y en qué consiste?

La Equinoterapia es la técnica de rehabilitación o habilitación que tiene como herramienta principal al caballo para víctimas de accidentes o personas con capacidades diferentes y con retos especiales.”

 

¿Cómo actúa sobre el cuerpo?

“Actúa por diferentes factores, uno es el movimiento tridimensional del caballo que genera al cuerpo humano cerca de 110 impulsos que actúan sobre el sistema locomotor y nervioso, otro es el calor corporal del caballo que es de 38.2 grados centígrados, y ese calor provoca que los músculos del paciente de destensen y así crear una terapia menos dolorosa en pacientes con algún problema muscular o de articulaciones.”

 

¿Cuántas sesiones son necesarias para comenzar a ver resultados?

“En aproximadamente un mes empiezan a haber cambios favorables para el paciente, si vienen una vez por semana en 4 sesiones. Es el estándar, pero generalmente varia de paciente a paciente.”

 

¿Cuáles son las reacciones curativas más comunes con la Equinoterapia?

“La mayoría de nuestros pacientes son niños, y los beneficios que ven los papás, que son los primeros en darse cuenta de los cambios de sus hijos, logran ver un avance positivo tanto en el  comportamiento como en la mejora de conductas hiperactivas o de agresión, por ejemplo. Comienzan a calmarse, a relacionarse de diferente manera, aprenden a controlar sus impulsos negativos, o bien niños con problemas físicos y neurológicos donde los padres comienzan a ver un avance significativo en su salud.”

 

¿El tratamiento resulta mejor y más rápido en niños que en adultos?

“No, tengo pacientes de 35 años que vienen y el beneficio es igual, la edad no es importante.”

 

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¿Existe algún número de sesiones con el que concluya el tratamiento?

“No, depende de cada quien, hay muchos pacientes que me dicen que viven mucho mejor con el tratamiento, ayudándolos a tener una mejor calidad de vida, por lo que eligen llevar su terapia sin ningún límite de tiempo por el placer y la salud que les produce, lo cual es válido”.

 

¿Los caballos deben tener ciertas características para ser parte de esta actividad? ¿Cuáles?

“Sí, un requerimiento es la estatura, de 1.40 a 1.50 aproximadamente, no debe ser muy alto, pues hay que poner de pie al paciente en el caballo y si fuera muy alto lo dificultaría, debe tener cierta edad, el carácter de un caballo joven lo haría más difícil, debe ser un caballo maduro de más o menos 7 años donde son más estables y su actitud es diferente, también debe ser noble, que no genere riesgo al paciente porque utilizamos herramientas como aros y pelotas, por lo que debe estar acostumbrado a esos ruidos y movimientos.”

 

¿Estos caballos necesitan un cuidado especial?

“Una caballeriza con las medidas correctas y que posea una cama de aserrín, debe dormir bien para que amanezca de buen humor, su alfalfa,  grano y también su agua fresca, y por último un adecuado cambio y mantenimiento de herraduras cada mes y medio o dos meses”.

 

¿Qué tipo de enfermedades tratas más comúnmente a través de este método?

“Parálisis cerebral, problemas de conducta con pacientes agresivos, hiperactividad, atención dispersa, Parkinson, depresión, estrés, síndrome de Down, autismo, adicciones como alcoholismo, drogadicción, entre muchos otros.”

 

Por último ¿Podrías darnos una recomendación o conclusión?

“Que verifiquen el centro de Equinoterapia donde se van a acercar, que este certificado para la seguridad de todos los pacientes interesados en este tratamiento y finalmente que lo prueben, no se van a arrepentir.”

 

A lo largo de esta entrevista nos fue permitido observar y fotografiar una sesión terapéutica del niño Jesús Eduardo Medellín, cuya madre Elizabeth Gómez nos comentó lo contenta que se encuentra con el cambio de su hijo,  dijo: “Está muy cambiado a comparación de cuando lo traje aquí por primera vez, definitivamente vale la pena”.

 

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Dicha opinión es un gran ejemplo de cómo esta alternativa de salud cambia vidas y a la vez revoluciona la medicina a medida que se aprende más de ella.

 

Contacto:

Equinoterapia “La herradura”

Facebook: Liliana Carrera.

Teléfonos: 44 45 10 46 66

44 42 05 79 66

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