Ya se está acercando el Buen Fin y muchas personas que conozco ya se están frotando las manos para comprarse todos aquellos artículos que más que necesarios, muchos son caprichos que nos duele pagar en su totalidad el resto del año.
Primero que nada ¿Cómo surgió el Buen Fin? Espero aún recuerdes el programa gubernamental y de televisión llamado “Iniciativa México” para premiar a las grandes mentes de nuestro país por sus proyectos sociales. Una propuesta fue, que para que los mexicanos dejemos de asistir al Black Friday a las ciudades fronterizas de Estados Unidos a hacer las compras navideñas, se hiciera nuestra propia versión del Black Friday para que ésas compras se hicieran aquí en México, pero la copia la hicimos mal.
Mientras que el Black Friday se utiliza en Estados Unidos para hacer las compras navideñas y para que la gente de escasos recursos pueda adquirir sus productos básicos de uso duradero (refrigeradores, hornos de micro ondas, estufas, etcétera), ellos llegan a tener descuentos sobre el producto desde el 20% hasta el 70%, los artículos se compran sin condiciones y en perfectas condiciones.
¿Cuál es el problema en México?
Ten mucho cuidado en las tiendas departamentales y centros comerciales porque el Buen Fin es una completa distorsión a lo antes descrito: los artículos con grandes descuentos llegan a ser saldos, mejor conocidos como “mercancía burra”, es decir, que no se ha querido vender en todo el transcurso del año y que incluso puedan ya estar deteriorados. Otra triste distorsión es que los artículos novedosos y perfectamente funcionales no tienen un gran descuento o ni siquiera lo tienen, si quieres sacar provecho para comprar dichos artículos como tablets, pantallas, celulares, etcétera; tendrás que conformarte con que te ofrezcan la compra con tarjeta de crédito a meses sin intereses a lo que podemos concluir como un: ¡Gasta hoy y paga el resto del año!
Con lo anterior no es mi intención decirte que todo es un fraude y que no gastes ése día, sino que estés consciente que no todo lo que brilla es oro y que si bien existen varios beneficios no todos suelen ser tan grandes como los pintan. Si tienes una necesidad básica en tu hogar como por ejemplo: un escritorio, ropa para los niños, un electrodoméstico nuevo o un gasto que realmente necesites para tu trabajo entonces se acerca el momento para aprovechar.
En los siguientes artículos comentaré sobre las cifras que éste “negociazo” arroja y cómo prevenir lo que podemos llamar “una cruda financiera” por el resto del año en nuestras finanzas personales, sobre todo en lo referente al pago con tarjeta de crédito y meses sin intereses.
Para cualquier aportación, duda o aclaración puedes contactarme en mí correo electrónico arriba mencionado o en mi cuenta de twitter: @amalacara_ag
Muchas gracias.