“A través de los ojos podemos ver quien nos quiere, pero solo a través del tiempo, sabremos quién nos ama”.
Anónimo.
Por Juan Felipe Cisneros Sánchez
El amanecer me agarro “amuinado”1. Soy uno de tantos que se sienten excluidos, disque de una fulana llamada “elección” y “ancina” ahora no sé si la “votocracia” tiene algún ápice de lógica. …y pos, no logro hallarme.
Con quién medio me sentía identificado, era con la seño “Mary Chuy” y ¡ándale!, que se accidenta y como no hay computadoras, ni esa mal llamada “señal” en nuestras comunidades, no pude enviar mi firma. Así que la inmensa mayoría de los hablantes de lengua indígena y sus 25.7 millones de personas que nos autorreconocemos indígenas, las cuales representamos el 21.5% de la población mexicana y que superamos con mucho a la población hablante de alguna lengua originaria, no pudimos firmar para apoyar a nuestra digna mujer. 2
Los indígenas vivimos y padecemos una situación de exclusión que ahora se agrava en el acceso a la información, a las comunicaciones y al Internet. “Reiteradamente los órganos especializados de derechos humanos de las Naciones Unidas han señalado, que el acceso a Internet es esencial para una sociedad verdaderamente democrática, a fin de facilitar el disfrute del derecho a la libertad de opinión y de expresión y otros derechos, como la educación, la libertad de asociación y reunión, la participación ciudadana y el desarrollo económico y social”.3
Como que el suelo para competir electoralmente en México, no está parejo, para nada es equitativo. Acá en nuestras comunidades, hasta físicamente está dispareja la cosa, con tanta terracería y brecha y las malas carreteras, que solo están bonitas cuando se inauguran, pero ante las primeras lluvias, vuelven a ser terracerías. Así elegantemente se da la exclusión del tal INE, que no la quiere en la boleta. Que porque no cumplió los “requisitos”. ¡¡¡Así nomás, ehh!!! Como que tanto argüende para nada.
Mire compadre, mire comadre:
La purita verdad este asuntito electoral, ya me tiene bien harto.
Pa ́ empezar en el tal INE, está en la mera punta un presidente racista y un consejo donde están los “partidos” representados y ne les interesamos, y no menos regulan las “cochinadas” de fraudes y la corrupción de los partidos.
El pluralismo y la esa, “pluriculturalidad” e “interculturalidad”, en realidad no se les da. El derecho a la diferencia les vale un “cacahuate”. Así que nosotros los excluidos de siempre, estamos excluidos de nuevo. No nos sorprende esta discriminación, aunque CONAPRED está silencia e igual la CNDH. Al fin y al cabo, solo son instituciones que simulan que hacen, pero la verdad por oficio no se aplica en nada. Como si los derechos humanos e indígenas fueran a petición de queja o denuncia.
¡¡¡Ah!!! Pero eso sí, … los candidatos ahí andan de lambiscones, hasta nos “aprietan”, nos mandan sus “despensas” como si eso dispensara tanto agravio y tanto que nos deben históricamente. ¿Qué no han entendido que, sin nosotros los pueblos originarios, las llamadas comunidades indígenas y los hablantes de alguna lengua materna; simplemente la Nación se queda desenraizada? ¡¡¡Pues somos el fundamento de esta nación llamada México!!! ¿Qué “queren”? ¿Otro 94?
Tan bien tarugos los políticos “ladinos”, “coyumes del prójimo”, malcriados con riqueza sucia. Ni el más joven, ni el más antiguo de los “presidenciables” tienen “razón” para abrir espacio político a los pueblos y comunidades indígenas, a los que nos califican como “sin razón” …todos, todos, todos los partidos e “independientes” simulan., por eso en mi corazón voy por una opción legítima, como lo es la seño Mary Chuy.
Como ustedes saben, a los “nuevos demócratas” la silla presidencial solo les calienta las “nalgas”, pero para nada les activa las neuronas. El poder los trae arrastrando la cobija. No importa si le tienen que arrebatar a uno sus derechos, todo es ambición y dinero, propiedades, tener sin saber de quién, pero tener, usar, masacrar, destruir. ¡Qué mal estamos!
Mientras en nuestras comunidades, está la antítesis del poder, ahí los cargos son honoríficos, son por elección directa, si cumpliste eres, sino no. Ahí la decisión la tiene la asamblea, no un presidente. Ahí está primero el bien común, la reparación del daño, la costumbre sobre lo injusto. No, la tranza y el tráfico de influencias o el conflicto de interés. Salvo en algunos casos donde la estructura comunitaria ha sido sometida por la figura de algún Municipio corrupto y/o de interés caciquiles.
En nuestras comunidades indígenas esta la preservación de la vida por encima de todo. Incluso de la riqueza, porque ahí en nuestras comunidades, no hay poder sino eres uno entre todos, sino no colaboras, sino cumples los acuerdos. Ahí aun la palabra cuenta como verdad, ahí en la comunidad hay servicio, para el servicio, no para que del poder te sirvas, sino que sirvas para poder entre todos.
Los indigenas no somos mensos. Mi voto va ser para mandar a todos a ver a su ……..bueno, mejor me contengo pa ́ no ser “machista misógino” y no ofender a la mujer que merece mis respetos. Como iban a saber esas mujeres que sus “crías” que ahora son “presidenciables” o que se van a dedicar a la “diputeria”, serian solo unos vividores del pueblo, traidores de las causas y el interés legítimo de los y las mexicanas.
No crean que no nos hayamos dado cuenta que los “candidatos”, todos. Son bien interesados y convenencieros con nosotros. Pero ya no somos “burros zacateros”, no vamos a acarrear zacate, para que otro buey se lo coma.
Nosotros los indigenas, a los que los Gobiernos han buscado agotar y empobrecer miserablemente, tenemos lo nuestro. Nuestra cultura, identidad, idiomas y también nuestras tierras “chingonas”, aunque sean temporaleras. Ahí tenemos Nopalera, milpas, arboladas, llanuras y selvas; muchas con agua, agua limpia, aire puro, respirable y abajo de ellas petróleo, gas, plata, oro, minerales de a montón. Pero nosotros cuidamos, no nos peleamos con la madre tierra que todo nos da y nada nos quita. Hemos cuidado lo que creo Dios. Porque la naturaleza no la da ningún gobierno, menos una elección “chapucera”.
Dicen que nosotros, los indígenas solo somos dueños de lo que está en la superficie y que lo que está bajo tierra es de la Nación. ¿… y qué, pues nosotros no somos la Nación? ¡¡¡Claro que somos parte FUNDAMENTAL de la Nación Mexicana!!!, ¡¡¡claro que lo que está en el subsuelo también es nuestro!!!, no es del Gobierno. El Gobierno es nuestro empleado, un administrador solamente. No es dueño de la riqueza nacional, menos una trasnacional, aunque tenga contratos, pues esos contratos y concesiones tienen vicios legales y de legitimidad de origen. Pues no pueden ni deben estar por encima de los derechos humanos y de los pueblos y comunidades indígenas.
Como sabemos esas concesiones se están suscribiendo a nuestras espaldas, sin nuestro consentimiento, libre en el cobijo de la “casta del secreto”, por tanto no los reconocemos.
Entre algunos de los instrumentos internacionales que protegen el derecho a la consulta y al libre consentimiento están, el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración Americana y de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, establecen el deber de los Estados de consultarnos.
Los artículos 6, 7 y 15 del Convenio 169 de la OIT plantea que los Estados deben realizar todas las actividades necesarias para consultar de buena fe a los pueblos indígenas en todas las materias relacionadas con su desarrollo, la tierra y los recursos, así como proporcionar los medios a través para participar libremente. En los artículos 2 y 33 del Convenio 169 se demanda que; “los Estados institucionalicen la participación de los pueblos indígenas cuando se definen políticas que los afecten. El Consejo de Administración de la OIT ha declarado que la norma de la consulta es la piedra angular del Convenio.”4
“Pos” como Nación decimos que: No damos consentimiento alguno pa ́ dañar a nuestra gente, para afectar a nuestros niños, niñas, mujeres, jóvenes y ancianos, todos tenemos derecho a un vida y que respeten nuestra dignidad, tampoco pa ́ lastimar la tierra, ni los árboles, ni a los animales, tampoco damos consentimiento pa ́ usar el agua en sus ambiciones mineras o petroleras con su fractura hidráulica, esa mal mentada y maldecida “fraking”.
Con candidata o sin ella no daremos paso a que atenten contra el sagrado bien llamado VIDA….”necearemos” diciendo “amo quinequi” -no quiero en nahua-, Yabulé –no quiero en teenek-, no quiero en español, I don ́t like to –no quiero en inglés-.
Hoy la mayor parte de políticos, son políticos del “mercado”. Los financian las empresas más dañinas y obscuras que solo destruyen el mundo y al hombre.
Quieren venir a saquearnos de nueva cuenta. Hoy ya no traen “espejitos”. Hoy traen leyes traicioneras. Porque abandonaron los ideales de una revolución. Ya no traen perros pal “aperramiento”, hoy traen licenciados e ingenieros sin conciencia, empleadillos mercenarios, mentirosos certificados del lado del poder.
Pero les digo no van a poder desaparecernos y si lo hacen, estarán cavando su propia tumba.
…Bueno….hoy como siempre los Pueblos y Comunidades indígenas, no estamos representados. Iremos a un juicio, tal vez. Pero el juicio de la historia será peor para los mexicanos que quieran seguir siendo gusanos y no ciudadanos. Qué no vengan a llorar cuando los pisen, si tuvieron la oportunidad de defender su dignidad.
1 En el diccionario castellano amuinar significa causar enojo.
2 En la Encuesta Intercensal, además de la condición de hablante de lengua indígena, se captó la pertenencia indígena a partir de, si la persona se considera como tal, independientemente de si habla o no, una lengua indígena. Los resultados permiten estimar 25.7 millones de personas que se autorreconocen indígenas, las cuales representan 21.5% de la población mexicana y superan con mucho a la población hablante de lengua indígena. Por sexo, el número de mujeres que se considera indígena (13.2 millones) es mayor que el de hombres (12.5 millones).
3 Los pueblos indígenas en América (Abya Yala) “Desafíos para la igualdad en la diversidad”. Fabiana Del Popolo. Editora.
4 Los pueblos indígenas en América (Abya Yala) “Desafíos para la igualdad en la diversidad”. Fabiana Del Popolo. Editora