Job 10:13 “…más estas cosas has tenido ocultas en Tu corazón; yo sé que esto está dentro de Tí.”
A Dios no le podemos engañar, por ello Él debe demoler todo lo que no sea Cristo.
Efesios 3:9 “Y de alumbrar para que todos seamos cual es la economía del misterio escondido…”.
El Señor se revela a nosotros de una manera progresiva y una vez que Él ha cumplido Su propósito en nosotros, nos concede Sus bendiciones.
Él mismo es en nosotros.
Ciertamente el hombre tiene por porción asignada el sufrimiento; y más aquellos que vivimos en contacto vital con Dios experimentamos de sufrimiento continuo, debido a que somos propensos al error debemos vivir experiencias que nos capaciten para consolar a otros, instarnos a ser perseverantes y ser vasos útiles para Dios. De esta forma nos vestimos del nuevo hombre al manifestar que hemos aprehendido Cristo.
Este Cristo es una persona en nosotros, es el Espíritu divino que vive en nuestro ser interior. Nos movemos por Su mover y Él se mueve en nuestro mover por lo que nuestras palabras serán vivientes y tendrán gran impacto.
Si resurrección anhelo, mi alma tiene que morir.
De la pérdida el ganar, y vida en mí saldrá a la luz.
“Por tanto me aborrezco y me arrepiento en polvo y cenizas”. Job 42:5-6