Día de muertos, una tradición…¡Muy mexicana!

–       ¿Dulce o truco? (traducción directa de “trick or treat?”)

–       ¿Me da mi calaverita?

Bajo la influencia estadounidense, estas fechas de finales de octubre son celebradas cada vez en mayor número entre la población como “día de brujas”; sin embargo, lo cierto es que en México se conserva una de las tradiciones más espectaculares del año: el día de muertos, o de los Santos Inocentes.

Sus orígenes se remontan a épocas anteriores a la llegada de los Españoles en las etnias Maya, Mexica, Purépecha y Totonaca. Actualmente, las fechas más representativas se sitúan los dos primeros días del mes de Noviembre: el día primero, dedicado a los “muertos chiquitos”, a los niños fallecidos, y el día dos, destinado a celebrar y conmemorar a los adultos fallecidos. Según la tradición, los muertos nos visitan ese día, lo que es motivo de celebración y fiesta.

 

 

El recibimiento a los difuntos…¿Cómo?

Para recibir a los difuntos es común preparar en muchas de las viviendas mexicanas los conocidos “altares de muertos” cuyo contenido consiste en ofrendas y adornos de colores vivos, índices claros de la intención del altar. Las piezas elementales para armar un altar mexicano consisten en:

*Retrato de la persona(s) recordada(s).

Ésta, sugiere que el ánima de la persona los visitará en la madrugada del día dos.

*Cirios.

Se sugiere que sean doce, aunque pueden ser menos, con la condición de ser número par de color morado, que son señal de duelo. Cuatro cirios en forma de cruz, junto con agua y sal, representan los puntos cardinales, con el fin de que el ánima del difunto pueda orientarse hasta encontrar su camino y encontrarla por medio de ésta.

*Flor de Cempasúchil.

También conocida como “la flor de los cuatrocientos pétalos”, representa la luz como los rayos del sol, y al esparcirse los pétalos en forma de camino, se les indica a las almas el rumbo por el cuál se les guía a casa.

*Papel picado.

Es tradición adornar la ofrenda con papel picado, ya considerado una artesanía mexicana, elaborada con papel de china de colores recortado en forma de calaveritas.

 

¡La muerte llega por todos!

Una manera divertida de amenizar esta celebración es a través de las “calaveritas”, epitafios humorísticos hechas a personas vivas que constan de versos donde se personifica a la muerte, quien bromea con estas personas, aludiendo a alguna característica peculiar. Generalmente, finalizan con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba.

Otra forma de expresión culinaria son los dulces. Los más típicos, en forma de cráneo de azúcar, chocolate, amaranto, entre otros.

El pan de muerto se hornea en diferentes figuras, desde las más simples, redondeadas, hasta las de forma de cráneo, adornado con figuras del mismo pan en forma de hueso, complementadas con una deliciosa espolvoreada de azúcar. ¿Qué tal para el antojo?

El 7 de noviembre de 2003 en la ciudad de París, Francia, la UNESCO dio el título de Patrimonio de la Humanidad al día de muertos.

México es un país rico en tradiciones. Su cultura permite una hermosa diversidad de festejos únicos muchas veces a nivel mundial. Mantengamos las tradiciones incondicionalmente.

 

Todos los lectores contentos deben de estar,

Por mantener tan bellas tradiciones

Que México nos ha de dar.

Y si no les ha de gustar. ¡Mucho cuidado!

Que la muerte nos ha de llevar.

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