Había una vez en la eternidad pasada, cuando Dios efectuó la creación original, relatada al principio del libro de Génesis de la Biblia y el juicio de Dios sobre el universo pre-adámico (antes de Adán). Gén. 1:1 y 1:1a.
(Después en Gén. 1:2b) Nos encontramos en el inicio de era del tiempo donde se refiere a la obra de restauración del universo, que ya había sido dañado, por eso estaba desolado y vacío, además también se refiere a la obra adicional de creación que Dios efectuó en seis días.
Entonces comienza la era del tiempo en el que, “el Espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas” que quiere decir que se “posaba” como las aves cuando empollan para dar vida a sus polluelos, y pone atención especialmente en el hombre, para que le ayude a lograr Su propósito con miras a la eternidad futura.
Después que Dios protegió el universo, vino Su palabra trayendo luz. Su palabra también genera vida y dijo: Haya luz; y hubo luz.
Para producir vida, Dios usa tres instrumentos, El Espíritu, la palabra y la luz.
Desde aquí vemos una sombra de Cristo. Cristo como Espíritu es la realidad de Dios, Cristo como la palabra es el hablar de Dios y Cristo como la luz es el resplandor de Dios, el cual nos da revelación para entender, el deseo de Dios.
Y no digo colorín colorado porque este cuento no se acabado.
Bibliografía: Biblia Versión Recobro https://www.facebook.com/biblia.versionrecobro?fref=ts