Antes de recorrer este viaje es importante considerar un punto principal, y es que tenemos un Cristo actual, un Cristo de hoy, quien es Sumo Sacerdote y ministra desde los lugares santos en el Tabernáculo verdadero, el cual fue levantado por Dios y no por el hombre.
Cristo como Sumo Sacerdote está en los cielos, quien desde el atrio terrenal en nuestro espíritu, nos introduce a los cielos hasta el interior del Lugar Santísimo celestial.
Por medio de Él subimos la escalera celestial (Gn 28:12 y Juan 1:51).
Allí, Cristo nos infunde los cielos, la cual no son sólo un lugar sino también una condición de vida.
Tanto esta vida, como el poder celestial, son para que tengamos una vida divina sobre la tierra, de la misma manera que el Señor Jesús la vivió durante su estancia terrenal.
Es aquí donde el Señor como el Espíritu dentro de nosotros, intercede; cuida de nosotros y transmite todo cuanto necesitamos, procedente de Dios el Padre, la fuente que abastece y sustenta a nuestro espíritu humano. Hebreos 8-2, 9:24.
Ésta es una revelación escrita en la Biblia que las religiones no enseñan porque no conocen la Palabra a profundidad, ni buscan vivirla, mucho menos experimentarla orgánicamente, pero que es tan real como propia. ¡Aleluya!
Bibliografía: Santa Biblia Versión Recobro traducida de los idiomas originales,. Edición 2012 por Living Stream Ministry. Anaheim, California