¿Eres de las personas que dice que va a ahorrar como propósito de año nuevo y difícilmente lo cumple o te gastas todo a los tres meses? ¿Crees que es imposible o incluso que es un “lujo de ricos”? La realidad no es así.
Desafortunadamente muchos mexicanos creemos que ahorrar es sólo acumular dinero, incluso dicen que es guardar el dinero que “nos sobra”, pero la realidad es que en cuestión de gastos y caprichos el dinero jamás es suficiente, por lo que es necesario tomar en cuenta ciertas consideraciones:
Primero.- Fíjate una meta.
Los seres humanos necesitamos una razón para hacer las cosas: trabajar para vivir, estudiar para conseguir el trabajo que deseamos, bañarnos para no oler mal y evitar enfermedades, por mencionar unos ejemplos. Pues bien, cuando te propones una meta a mediano o largo plazo la motivación y el interés crecerá para que entonces sí decidas ahorrar, puedes comenzar con una pantalla de televisión, una computadora o tableta o quizá un viaje a la playa; lo importante es que tengas interés en un objetivo específico. Ya cuando disfrutes de los resultados de tu esfuerzo pensarás en algo mayor como ¿Tu boda?, ¿Un automóvil?, ¿Una casa?, ¿Un viaje al extranjero? ¿Tu propia empresa?
Segundo.- Reconoce con sangre fría tus ingresos y gastos.
Por desgracia, otra mala costumbre que tenemos muchas personas es que cuando nos pagan la quincena gastamos en ciertos caprichos y después nos administramos a medias el resto de la misma.
* Debemos clasificar nuestros ingresos como son: directos e indirectos. Es muy sencillo distinguirlos, los directos son los que tienes plena seguridad de que vas a recibir y que suelen ser muy limitados, como por ejemplo la percepción de una renta, la quincena o tus clientes frecuentes; mientras que los indirectos son los que podrías recibir ocasionalmente o ni siquiera recibir, como son algún el pago de un trabajo ocasional, una venta de cochera o de algún bien que ya no vayas a utilizar, o ingresos atípicos por este estilo.
* Una vez reconocida una cifra suma y específica los ingresos directos para así reconocer tus gastos también: alimentación, vivienda y sus servicios como son agua, luz, gas, teléfono e Internet, cable, limpieza, etcétera; transporte como son pasajes o gasolina, incluyendo el servicio que llegan a necesitar los automóviles y restarlo a nuestros ingresos; si desde ese momento no nos alcanza el dinero ya tenemos un severo problema financiero y necesitaremos prescindir de algunos servicios.
* Conociendo y comparando ingresos y egresos en nuestras finanzas, ya será decisión personal el porcentaje del dinero disponible destinado al ahorro y cuánto gastarás en diversión, entretenimiento o algún capricho.
Tercero.- Evita el gasto hormiga.
En diversas ocasiones nos preguntamos ¿Cómo es que casi no tengo dinero si no he comprado nada? La realidad es que el gasto hormiga es aquél que llevamos a cabo comprando pequeños detalles que con su frecuencia y con el paso del tiempo hacen que gastemos de forma innecesaria. Estos pueden ser agua embotellada, revistas, botanas, chicles, llevar el automóvil a lavar, etcétera.
Supongamos que te gusta asistir 2 veces a la semana a un café de categoría y tu café cuesta 35 pesos. En este caso la realidad sería la siguiente:
1 café individual = 35 pesos
Una semana = 70 pesos
Un mes = 280 pesos
Un año = 3,360 pesos
Con lo anterior no quiero decir que no gastes, vayas al cine, compres ropa o salgas con tus amistades a un café, pero sí es necesario que tengas conciencia de cuánto estás gastando y la frecuencia con la que haces gastos que puedan perjudicar tus bolsillos.
Cuarto.- Sé paciente.
Es recomendable también que la cantidad que determines ahorrar la guardes en el banco y no en una alcancía o “debajo del colchón” porque las tentaciones se presentan y podrás ser víctima de ellas las 24 horas los 365 días del año, disponer del dinero del banco es más laborioso mientras no salgas de tu casa con la tarjeta de débito de la cuenta bancaria de la misma.
Toma en cuenta que llegar a la meta es un proceso personal, no esperes acumular una fortuna con tres o cuatro meses de esfuerzo, sino que tienes que ser constante y mientras más se incrementa la cifra con más gusto verás tu resultado, lo que ocasionará que se incremente la fe en ti y con el transcurso del tiempo se consiga hacer un hábito.