Por Jonathan Rodríguez Vega
Preparatoria UDEP CAE Cerritos
-¡Hola Carlos tanto tiempo sin verte! ¿Cómo has estado?
-Que gusto volver a verte Fabi, yo he estado muy bien de hecho estoy mejor ahora que estoy frente a ti.
-Oye Carlos ando a la carrera ¿Cómo vez si te doy mi número de teléfono? Me llamas y platicamos, me gustaría un día salir y tomar un helado contigo.
– Ok… acepto, eso será genial.
Pasaron tres días y Carlos marca el teléfono de Fabiola.
-Bueno, ¿Quién habla?
-Hola Fabi soy Carlos
-¡Hay y ese milagro de Dios, pensé que te habías olvidado de mí!
-No, como crees Fabi, solo quiero invitarte este fin de semana a tomar un helado, así como habíamos quedado, y si aceptas, podemos ir al cine ¿Cómo ves?
-Perfecto. –Respondió Fabiola.
-Ok nos vemos en los helados “Topping” a las 7:00 pm.
-Está bien Carlos ahí nos vemos.
Después de dos días Carlos y Fabiola estaban ansiosos de verse y pasar tiempo juntos, se llegaron las 7:00 pm, platicaron de su vida, en que trabajaban y empezaron a recordar sus tiempos en preparatoria.
-Oye –Dijo Carlos. – ¿Recuerdas cuando tu novio era José Luis?
-Si recuerdo, Pero ¿Por qué preguntas eso? –Lo dijo con una voz agradable.
Carlos le dijo. –Es que tú me gustabas, Me moría de celos cuando él te besaba, cuando los miraba juntos, hasta que nos graduamos y, ya no volví a verte
Fabiola con una voz de enojo le dijo –José Luis y yo terminamos porque él me engañó, pero bueno eso es pasado, llegará un valiente, un hombre que realmente me quiera.
Pasaron solo dos días cuando Carlos le marca a Fabiola y le dice:
-Fabi necesito verte hoy a las 8:00 pm., en los mismos helados que fuimos ¡Es muy urgente verte!
-Está bien Ahí nos vemos. –Contestó Fabi. Se llegaron las ocho de la noche y Carlos le dijo:
-Fabiola hoy es el día, este es el hombre que estas esperando, yo realmente te quiero, pero solo déjame demostrártelo.
-Fabi llorando le dijo: Gracias Carlos, intentémoslo.
Desde ese día comenzaron a salir ellos dos a conocerse. Al cabo de dos años Carlos decide pedirle matrimonio a Fabiola.
-Fabi tenemos dos años saliendo,
Carlos se arrodilló, sacó un anillo y le propuso matrimonio, Fabiola no tenía palabras pero al final le dijo a Carlos:
-Acepto.
Todo esto se difundió en redes sociales, de que pronto se casarían y que estaban muy felices. Esto lo estaba sabiendo mucha gente hasta que llegó a ojos de José Luis, se puso muy celoso de tal acontecimiento, investigó donde vivía Fabiola e inmediatamente fue a buscarla pero no la encontró, más tarde fue otra vez e igual, no la encontró, fue en la noche una vez más y cuando estaba José Luis a la puerta de Fabiola, llegó Carlos por ella para ir a cenar, pero cuando Carlos vio a José Luis en la puerta, él se imaginó muchas cosas así que rápidamente fue y le dijo:
-¿Qué se te ha perdido por acá?
-¡Nada que te interese! –Respondió José Luis.
Carlos, furioso, empujó a José Luis, quien le dice le dice a Carlos:
-¡Ella es mía te guste o no!
Tal cosa enfureció más a Carlos, de tal manera que lo golpeó hasta dejarlo inconsciente, cuando de pronto sale Fabiola y espantada va y mira a José Luis y le dice a Carlos:
– ¡¿Qué hiciste Carlos?! Vete de aquí.
Aunque Carlos intentó explicarle ella no lo dejó hablar, Carlos se fue triste, enojado y a la vez decepcionado, Fabiola llevó a José Luis al hospital, Cuando José Luis empezó a recuperarse buscó una vez más a Fabiola y le dijo:
-¡Perdóname Fabiola por todo lo que te hice cuando éramos novios yo solo quiero recuperarte y quiero que seamos novios otra vez!
Fabiola le contestó. –Oye la verdad es que no quiero discutir, tu sabes que estoy comprometida con Carlos, vete y no quiero volver a verte
-Tu eres mía Fabiola, quieras o no y me encargaré de que no te cases con él.
Él iba en su carro enojado y rapidísimo, cuando de pronto pierde el control del coche y se sale de la carretera en un barranco de tal manera que José Luis muere en el accidente.
Al darse cuenta Fabiola de lo que había sucedido llama a Carlos, él no le contestó, entonces le dejó mensaje. – “Estaré esperándote en los mismos helados hoy a las 8:00 pm”.
A las ocho de la noche estaban los dos reunidos, Fabiola llorando le dice:
-Perdóname Carlos la verdad es que ¡he pensado mucho en casarnos, o no!
y… ¿Sabes que he pensado?
Carlos solo le respondió. – No, no lo sé
Fabiola le dijo: ¡Si nos casaremos, estoy cien por ciento segura de hacerlo y sin estorbos.
Carlos emocionado, contento y orgulloso de ella se fue.
Solo pasaron dos meses cuando Carlos y Fabiola se casaron.