Calidad de vida en personas de la tercera edad en Asilos potosinos

 

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Por: Martha Salazar Rodríguez y Jacqueline Hernández Medina / revistaelite_slp@hotmail.com /  martha_salrod23@hotmail.com /  jacquederad_hp@hotmail.com

Hoy en día existen en San Luis Potosí 16 asilos para el cuidado de las personas de la tercera edad: Casa de Reposo Villa San Francisco, Experiencia y Vida, Casa hogar Feliz Atardecer, Estancia de Día y Cuidados Al Adulto Mayor, El Sagrario, Asilo De Ancianos Maranhatan y San Judas Tadeo Ac, Residencial De La Luz, Casa De Descanso Para Adultos Mayores Santa Lucía, Asilo De Menesterosos, Atención al Adulto Mayor, Cabral Obregón A. C., Casa Don Bosco A. C., Casanova Hernández Laura, Centro de Atención al Adulto Mayor, Experiencia y Vida, Fundación Asilo Gabriel Aguirre y el asilo Nicolás Aguilar.

 

En nuestro afán por conocer la calidad de vida de los ancianos en San Luis Potosí decidimos visitar el asilo Montes de Oca, acudiendo dos veces, sin embargo, en ambas ocasiones se nos negó el acceso; la segunda vez, por parte de una persona de la tercera edad. Aquí pudimos constatar que la entrada de personas externas es muy limitada en ciertos lugares de este tipo.

Nuestra segunda opción era el asilo “San Judas Tadeo”, que depende en parte de las donaciones para poder tener visitas.

Una mujer abrió la puerta y nos dejó pasar inmediatamente indicándonos el camino hacia los ancianos, cruzamos un pasillo en el cual un San Judas Tadeo de gran tamaño adorna el lugar; llegamos hasta un pequeño patio en el que se encontraban nueve personas: ocho mujeres y un hombre.

El lugar estaba muy silencioso ya que las personas no hablaban entre sí, incluso se les veía tristes. Ahí llamó nuestra atención especialmente el caso de la señora María Robledo quien está actualmente en este asilo y quien fue internada por su hijo.

Ella desearía encontrarse en su casa, donde tenía más libertad. Nos comentó que antes de que sus hijos la internaran, aún podía caminar y valerse por sí misma, sin embargo, después de su ingreso a este lugar, perdió la capacidad de moverse casi por completo, por lo que ya no realiza ninguna actividad como antes lo hacía. Recalcó que no hay lugar como en su casa donde podía hacer lo que ella quería, aunque fuera despacio. A pesar de estas explicaciones a sus hijos, no logró convencerlos y se limitaron a internarla; con el dinero que invierten en el asilo, podrían mantenerla en su casa.

“Aunque sea de oro la jaula, no deja de ser jaula”, finalizó.

Quizá la estancia para esta señora y para muchos más, sería llevadera de organizarles paseos u otras actividades que los distraigan y motiven. Así mismo, existen asilos donde se cobra una cantidad de hasta $3000.00 pesos al mes, y se puede pensar que la atención hacia estas personas es buena, y que se cuenta con todo lo necesario para su bienestar físico y psicológico, sin embargo, muchas veces no es así, y sus residentes no cuentan con atenciones personalizadas.

Actualmente, el Asilo San Judas Tadeo cuenta con 6 personas para atender a los ancianos, la capacidad del lugar es para 22 personas, pero sólo habitan 16. Estas personas atraviesan por el sufrimiento del abandono, y se enfrentan día a día al trato indiferente de los que trabajan ahí. Algunos son visitados de manera muy esporádica, mientras que otros sí se encuentran en total olvido por sus familias.

En San Luis Potosí, La Ley del Adulto Mayor establece varios lineamientos, pero es difícil darse cuenta de que ninguna de estas leyes es respetada. El INAPAM tiene la obligación de asegurarse del cumplimiento de ellas, en especial en aquellos que pertenecen al Gobierno. De cumplirse correctamente con el reglamento, las personas de la tercera edad, tendrían una calidad de vida muy elevada, contando además, con una integración a la sociedad mediante actividades del campo laboral, deportivo, cultural y recreativo.

Sin embargo, hay aspectos básicos que no son satisfechos, por lo que esta calidad de vida se ve afectada y rezagada en comparación con otros países. Este sector sufre las consecuencias de no contar con apoyo en los lugares destinados para ellos, y si lo hay, es en extremo deficiente y en ocasiones, inhumano. El respeto a sus derechos debe ser una prioridad; debe de existir un mejor trato para las personas de la tercera edad, en lugares más aptos para sus necesidades. Es importante por lo tanto, sentar las bases para la integración activa de los mayores en la sociedad.

Si se decide internar a algún familiar en algún asilo, es importante estar informado de la institución, tomar en cuenta que se están contratando servicios para la atención del adulto mayor. Cerciorarse de las actividades que oferta y las instalaciones. Sin embargo, preferible es tomar este tipo de lugares como última opción.

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