Adelina Vanessa, nació el 26 de junio de 1982, en la ciudad de San Luis Potosí. A la edad de 21 años, ya colaboraba para el periódico El noreste de Guanajuato, cubriendo una página completa con su sección La linterna.
Al entrar en 2004, a la carrera de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí vivió sus años de mayor perspectiva de proyectos, como nunca antes. Formó parte del Colectivo Spashka, con quienes, unidos en su sed de ir más allá, y a través de un esfuerzo en conjunto con algunos maestros de la hoy, Facultad de Ciencias de la Comunicación, lograron llevar a cabo talleres y seminarios diversos, sobre cine, guión, literatura y escritura; más allá de las clases convencionales que por currícula se otorgan en dicha escuela. Así mismo, implementaron el Cineclub y concursaron el Fanzine literario El hijo bastardo, con el que ganaron la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, en 2006.
Con dirección de propagar dicho fanzine, viajaron a la Ciudad de México; específicamente a la Escuela de Escritores de la SOGEM, ubicada en la Delegación de Coyoacán donde fueron recibidos con los brazos abiertos, y ofrecieron un taller sobre Cómo crear fanzines. Aunque cabe destacar que ella, siempre fue aficionada a escribir poesía, la literatura es su mejor manera de expresar sus sentimientos y emociones más intensas.
Tras graduarse en 2008, y titularse de la licenciatura con la tesis Comunicación Ambiental: Principios básicos desde la perspectiva de género Ecofeminista, logró despuntar de su alma mater y convertirse en una profesional curiosa que no le fue suficiente con las ofertas de empleo que ofrecía el mundo de “allá afuera”.
Así que recorrió desde el mundo del periodismo en La Jornada San Luis partiendo a los medios electrónicos, bajo el contrato de la revista de arte y cultura El Sonido 13 para después probar sus capacidades como Diseñadora de imagen política y Comunicación Social, haciéndole campaña al hoy fallecido, Diputado Federal Juan Huerta Montero de San Luis de la Paz, Guanajuato.
Tras toda esta experiencia de política y poder Vanessa decide probar suerte nuevamente en una de las áreas que más le apasionan: El arte. Es contratada por Secretaría de Cultura de Gobierno de Estado de San Luis Potosí en 2009, y se adentra en el mundo de las exposiciones en museos y galerías como coordinadora de este sector. Su participación es breve pues pronto la llaman de la Comisión Nacional para los Asuntos de los Pueblos Indígenas, la CDI para trabajar con las comunidades indígenas a inicios de 2011.
Esta es una de las experiencias más enriquecedoras y humanas que vivió en su juventud profesional. Trabajar con pueblos indígenas ha sido duro y desgastan, con todo tipo de emociones y sentimientos de alegría, satisfacción, incertidumbre; asombro y a veces, enojo por ciertos contextos políticos o de orden interno que no se pueden esquivar muy fácilmente, pero siempre con la hermosura de ese paisaje vivo de naturaleza, y de personas reacias y humildes, que tienen tanto trabajo por hacer en sus comunidades y que con su ejemplo, nos enseñan que el no saber leer, escribir o las reglas y normas sociales convencionales de las grandes ciudades; no les impide realizar sus sueños, y exigir legalmente lo que por derecho les corresponde como mexicanos.
De aquí se desprende un hombre, un compañero y un amigo como padre o hermano; Juan Felipe Cisneros, el cual es aliado y conciencia de Vanessa para fomentarla y ayudarla a esclarecer ciertos rumbos y caminos… Su palabra fue el detonante para que ella, se viera realizando su propio proyecto de vida, en una actividad que ama y le trae gozo y alegría en el alma y en el corazón: Hacer masajes y poner su propio Spa. Así comienza este viaje que apenas arranca y sigue en su lucha, con SPA Dharma Holístico Médico, ella se aplica a estudiar durante más de un año y medio, todas las artes de los masajes, hasta que se certifica como Masoterapista y Cosmetóloga Corporal, por parte de IMSS de San Luis Potosí, y da rienda suelta a un trabajo arduo y preciso, el cual satisface plenamente sus días y le motiva a continuar aprendiendo en un mundo que no tiene fin, me refiero a este Universo Infinito de la Sanación.
Ahora tengo que irme un poquito atrás en el tiempo y retroceder hasta donde comenzaba a trabajar para la CDI, que fue cuando conoció a una señora, tan soñadora con ella misma; trabajadora y constante, pero sobre todo, con un corazón enorme: Orquídea Cruz Coria, la cual, aceptó la petición de Vanessa de colaborar para su revista digital www.revistaelite.mx, y con este paso, se adentró de lleno al mundo de los periodistas en serio yendo al Primer Encuentro Nacional de Periodistas, organizado por los miembros de la Casa de los Periodistas, de la Ciudad de México; con la valiosísima oportunidad trabajar, conversar y conocer a personajes valientes y famosos por sus hazañas periodísticas como San Juana Martínez, Rogelio Hernández López; Julio Hernández; Andrés A. Solís Álvarez; Renato Consuegra, Ruthita Donaji, entre otros.
Al día de hoy, Adelina Vanessa, cuenta con 33 primaveras, es soltera y no tiene hijos. Ella espera pronto abrir sus horizontes a formar una nueva familia, con su ser amado y dedicar sus días a forjar sus sueños y ayudar al mundo que la rodea. Una de sus primicias en su mente es: “Amar con la intención de sanar”.
Para redactar esta sencilla biografía, me han pedido que escribiera en una frase que encierre toda mi pasión, sin embargo, para mí es un tanto ególatra tratar de hacer eso, por lo que le dije a mi persona especial que me ayudara a hacer eso, y me dijo la siguiente: “Ecléctica en la bondad”.
Y me encantó, con lo que se queda porque pienso que es honesta y no tiene afanes de idolatría ni menosprecio. El equilibrio es lo que necesito, y creo que así puede vivir mejor el mundo.
Mil gracias por leerme y sinceramente, estoy a sus órdenes.
Adelina Méndez
Victor Mamani
