A Nuestros Héroes

Por: Sara Quijas Corzo

Un alto hacer en nuestra vida exige

la situación nefasta que enfrentamos,

la historia analizar, tomar ejemplos

pues nuestro tiempo es hoy, y es perfectible:

¿En qué época vivieron los abuelos?

¿en una de confort o fue peor que esta

cual cementerio o pesadilla incierta?

Los abuelos no fueron a la escuela

con denuedo los campos trabajaron

manos y pies con callos les quedaron

y la tierra los cubre con su manto.

Y si a la guerra fueron animosos

por los sacros derechos, enfrentando

a las bestias asesinas que hombres simulan ser,

un sepulcro de honor sólo encontraron.

Abuelo campesino de mi tierra

que con barzón araste fatigado

para dar de comer al pueblo hambriento

y a los des gobernantes vende patria.

Abuelo militar que dignamente

al falaz opresor un día enfrentaste

entregando tu vida porque el pueblo

su hambre y sed de justicia al fin saciase.

Hoy, ante ese recuerdo y el sepulcro

Las gracias vengo a dar, pues por su esfuerzo

se leer y escribir y fui a la escuela

mi gratitud les doy y los venero.

Mas el hambre y la sed no se han saciado

ya que los vende patria han decidido

seguir a costa de los oprimidos

al país exprimiendo y explotando.

Este mi momento es y es perfectible,

por ello con honor, la frente en alto,

con su sangre en mi ser abuelos héroes

a mi patria defiendo como antaño.

Su ejemplo seguiré, no me amedrenta

el presidente espurio y despiadado

ni el imperio invasor que lo protege,

estoy en FEMIRAC y estoy luchando.

Un alto hacer en nuestra vida exige

la situación nefasta que enfrentamos,

la historia analizar, tomar ejemplos

pues nuestro tiempo es hoy, y es perfectible:

¿En qué época vivieron los abuelos?

¿en una de confort o fue peor que esta

cual cementerio o pesadilla incierta?

Los abuelos no fueron a la escuela

con denuedo los campos trabajaron

manos y pies con callos les quedaron

y la tierra los cubre con su manto.

Y si a la guerra fueron animosos

por los sacros derechos, enfrentando

a las bestias asesinas que hombres simulan ser,

un sepulcro de honor sólo encontraron.

Abuelo campesino de mi tierra

que con barzón araste fatigado

para dar de comer al pueblo hambriento

y a los des gobernantes vende patria.

Abuelo militar que dignamente

al falaz opresor un día enfrentaste

entregando tu vida porque el pueblo

su hambre y sed de justicia al fin saciase.

Hoy, ante ese recuerdo y el sepulcro

Las gracias vengo a dar, pues por su esfuerzo

se leer y escribir y fui a la escuela

mi gratitud les doy y los venero.

Mas el hambre y la sed no se han saciado

ya que los vende patria han decidido

seguir a costa de los oprimidos

al país exprimiendo y explotando.

Este mi momento es y es perfectible,

por ello con honor, la frente en alto,

con su sangre en mi ser abuelos héroes

a mi patria defiendo como antaño.

Su ejemplo seguiré, no me amedrenta

el presidente espurio y despiadado

ni el imperio invasor que lo protege,

estoy en FEMIRAC y estoy luchando.

En la Ciudad de México, D.F., a 15 años de fundada FEMIRAC y a 98 años de la Batalla del Carrizal.

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