Miércoles 12, diciembre 2012.- Es un día con tarde nublada el que me acompaña en la víspera de un año que se diluye de apoco. Es el día de la Virgen Guadalupana o de “La Lupita” como suele decirse con veneración desbordada.
Y bueno, el alto es obligado y la reflexión necesaria. Contemplarse a si mismo y revisar el pasado para no llorarse los errores sino cantarse las verdades, viene a ser hasta catártico, diría de cierto modo el poeta Benedetti.
Los pensamientos vienen. Las emociones y los recuerdos salen, asoman.
Y yo estoy en una mezcla extraña de reflexiones y quimeras, como si la magia de Navidad me hubiera apretado ya sea por un momento.
Estoy, mirado, reflexivo, haciendo introspecciones, pretendiendo pulir errores y despojándome de ellos, amortizándolos, derrumbándolos, restándoles valor, porque es preciso.
Y me redimo sin renegar del pasado, de mis tradiciones, sin dejar que otros decidan por mí. Empecinado en hacerme preguntas, muchas preguntas, en mirarme hacia adentro y hacia afuera, extendiéndome si es necesario.
Y estoy anhelante en recuperar cosas valiosas, aquellas que acaso alguna vez perdí, a veces por censuras impuestas, a veces por esperanzas frustradas, a veces por voluntades reprimidas.
Fue un año de gozosa plenitud, de placentera madures, de nuevos ritmos de vida. Un año afianzando valores, principios, familia. Días y días forjando el carácter.
Un año de motivaciones, de rigurosas lecciones, de nuevas circunstancias, de nuevos desafíos, esbozando palabras, perpetrando ideas, racionalizándolas, moldeándolas, hilándolas, dándoles vida, dándoles sentido. Como si fueran mi argumento favorito.
Un año de inquietudes, de nuevas pasiones, de amores propios, de almas ausentes, de días difíciles. Un año de apuros cotidianos, de silencios, de risas. Un año bondadoso y trasgresor en ocasiones.
Un año de nuevos propósitos, de nuevos amigos, de encantos y desencantos. Un año de sorpresas, de conversaciones prolongadas, de música y letras, de nuevos sonidos, de nuevas formas de amar. Un año ayudando y dejándome ayudar.
Un año con vida y con liberad para vivirla. No más, no menos.
¡Felicidades!
José Ignacio Dávila Álvarez es egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) donde cursó la carrera de Diseño Gráfico. Es periodista desde 1985. Fue titular de XHSLS TV, Canal 9 en San Luis Potosí, (México) y ejecutivo de la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales, A.C. Ha sido catedrático universitario y funcionario público. Es directivo del Colegio de Periodistas y Comunicadores de San Luis, A.C.
Adelina Méndez
Victor Mamani
